Nonetheless『 taekook 』

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Sus ojos se abrían con pesadez, la luz que se adentraba por su cortina le dejaba en claro que era hora de ponerse en marcha y con pereza se levantó tallándose los ojos y pegando un sonoro bostezo.

Refutó al recordar que ningún trabajo había conseguido el día anterior y que lo único que le daba ingresos era ir a esa biblioteca que tanto odiaba.

Se estiró un poco antes de levantarse y dirigirse a la ducha, no sin antes aprovechar e ir a la habitación de su hermano para así despertarlo notando a su perrito descansando en una de las plazas del sofá, en fin, si el castaño no levantaba a Yeonjun jamás lo haría por su cuenta...

Se deshizo de sus prendas dejándolas en una esquina del baño y cuando la ducha estuvo completamente agradable para Taehyung se adentró, refrescándose un tanto y comenzando a ducharse.

Porque tampoco podía darse el privilegio de gastar mucha agua.

—¡Taehyung no hay comida!—Escuchó, momentos después, el grito de su hermano y refutó dentro del baño, en todos lados le perseguía la desgracia, no tenía un solo momento de paz, que iba a desear el más que nada que su refrigerador por obra de magia se llenara de comida, el día anterior no había probado ni un solo bocado de nada, resoplo sintiéndose repentinamente hambriento en demasía.

Pronto pasos se escucharon fuera del baño y de nuevo la voz de su hermano se hizo presente.

—¿Hay dinero?—El mayor presionó sus labios mientras salía de la ducha secándose superficialmente con una toalla y luego enrollándola en su cintura. Abrió la puerta del baño y se encontró con su hermano.

—Un poco—Respondió, Yeonjun asintió, será que ese día no desayunaría.

—Entonces supongo que esperaré—Taehyung negó.

—Puedes agarrar el dinero y comprarte algo—Dijo saliendo del baño y caminando a su habitación, siendo perseguido por su hermano.

—¿Y que hay de ti?—Yeonjun jamás dejaría sin comer a su hermano mayor, jamás—No puedes estarte salteando comidas, no es sano para ti

Pobre chico, no sabía que Taehyung se había arriesgado ya tantas veces.

—Jimin... llevará algo hoy, eso dijo—Taehyung suspiró, esperaba que volviera a creer en aquellas palabras.

—¿Mientes?—El mayor negó y camino hacia su armario buscando lo que se pondría ese día.

—No estoy haciéndolo, anda, ve y compra algo, el dinero está donde siempre—Yeonjun lo dudó un poco pero al final se decidió a salir de la habitación de Taehyung y caminó hacia aquella pequeña alcancía que tenían sobre el mueble de la sala, al mirar dentro notó lo escaso que estaba y se negó él mismo.

Recordó que Taehyung y el debían pagar la renta de cuatro meses y prefirió no desayunar ese día. Si Taehyung se arriesgaba el también lo haría.

La diferencia es que si tomó el dinero porque; primero: debía hacer creer a su hermano que había desayunado, segundo: ya tenía algo para apostar en caso de que lo necesitara.

(...)

Los párpados del castaño se cerraban lentamente, mientras estaba con una de sus mejillas apoyada sobre su mano, se sentía bastante cansado y trabajar en una biblioteca tampoco lo mantenía muy despierto.

Pronto un golpe en la parte trasera de su cabeza se hizo presente y gruñó porque sabía de quien se trataba.

—Kim, guárdalos en el estante, no alcanzo y por favor, deja de dormir—La voz de aquel viejo haciéndose presente, rodó los ojos con molestia y se enderezó en su lugar, tomando aquellos libros entre sus manos y caminando hacia el lugar donde los títulos le indicaban que iban.