3 años

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Ya era el dia, habia trabajado todo el dia durante 3 años, y en aquel cumpleaños numero 3 de su hijo al fin decidio ponerle un nombre, penso que no tenia tiempo para eso, pero el lo disculparia con eso.

En los 3 años solo le habia dicho, ''cariño'' ''amor'' ''cielo'' incluso ''bebe'' e ''hijo'' sinceramente iba a costarle quitarle no decirle eso, le puso Tenko, el niño simplemente asintio a eso, pero sabia que a el tambien le iba a costar acostumbrarse al nombre.

-Creo que es muy tarde-le comento Kai, Tenko simplemente salto cuando escucho eso, y sonreia, era un niño increiblemente alegre, era palido, de cabello negro, cuando el sonreia de emocion o de alegria Kai solia acariciarle el cabello, introducia sus dedos en medio de esos oscuros mechones, eso habia adoptado desde que le comenzo a crecer el cabello, porque le encantaba verlo reir cuando era un bebe.

Siempre trabajaria despues de clases, y esperaba dar lo mejor de si mismo, habia alquilado un pequeño departamento con cosas basicas, Tenko no dormia en todo el dia, se le hacia increiblemente imposible dormir si no estaba con su padre, asi ha sido desde que nacio, eso beneficiaba un poco a Kai, ya que ninguno de los 2 despertaba en toda la noche, y era un sueño reparador.

Las pesadillas que habia tenido con la madre de Tenko se habian ido, desde que su mundo comenzo a estar mas en orden.

En esos años logro pagarle todo a Hari, y aun seguian en contacto, a partir de ese momento tendria mas trabajo, pero estaria motivado, ya no tendria tanta presion sobre sus hombros porque su hijo ya no estaba tan pequeño.

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3 años mas

Era como cualquier otro dia, Keigo Takami se habia escapado de la universidad, penso que seria diferente, su mundo siempre habia consistido en la casa, estar con amigos, clases, internet, entretenimiento, videojuegos, pero habia llegado un momento donde penso que queria algo mas.

Penso muchas veces en una aventura, alli con una mujer, sentir las mariposas en el estomago, era popular entre las mujeres, pensaria que lo tiene todo y que era inmensamente feliz, pero ¿que sigue si naciste teniendolo todo?

Se fue lejos, en la primera cafeteria que encontro a muchos metros de su casa y de su lugar de origen, estaba pensandolo, se habia encontrado con muchas chicas, lindas, pero habia pequeños problemas, la superficialidad no habia sido su fuerte, cuidaban su apariencia, algunas creian que estar peleadas con su padres era la onda de hoy.

¿Por que? eso era horrible, algunas querian su dinero, otras lo utilizaban para presumir con sus amigas, pocas tenian un buen corazon, pero a estas alturas tanto buenas y malas les daba igual.

Era ademas un super modelo de vez en cuando de ropa, y de vez en cuando salia promocionando relojes o cadenas, era lo mejor para las chicas ambiciosas que solian seguirlo, pero quizas no para el.

-Disculpe, ¿que queria?-se habia quedado viendo la mesa durante 10 minutos pensando, ya ni siquiera sabia si estaba en una cafeteria, pero alli todo era tranquilo, se sentia tranquilo.

-Un cafe-Kai asintio volteando-espera, ¿puedes sentarte conmigo?

-¡Claro que puede!-grito la gerente-tenia el dia libre y mejor decidio quedarse aqui.

-Necesito la...-hablo Kai.

-Sientate con el-Kai a regaña dientes se sento con el, Keigo sonrio ante lo que estaba sucediendo, habian guardado silencio cuando recibieron ambos un cafe.

-Se mira que es divertido trabajar aqui-comento.

-Un poco.

-Mi nombre es Keigo Takami ¿Como te llamas?-le dio la mano.

Siempre estaré a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora