Pocos días después de que todo el equipo se juntara para llevar a cabo el plan, ahí estaban todos reunidos nuevamente para repasar los planes y estrategias a usar. En la reunión se encontraban Demian, Owen, Adrián, Uliam, Franco, Katrina, Maico, Pepe, Pipo, Jack, y por último la enfermera Celeste, quien pidió ir para ayudar a curar a los heridos en batalla y evitar que murieran desangrados u otros casos. En el aire se podía sentir la tensión, los nervios, la ira, y por demás está decir que la tristeza ante la pérdida de sus seres amados a mano de Joker.
—Repasemos el plan una vez más, odiaría que se alguien se equivoque y nos falle todo—Anunció Demian.
—Bien—Habló Owen—, esto es así: hace un mes, cuando los rescatamos, utilizamos un camión de basura para tirar abajo la entrada, así que es obvio que los Katana habrán reforzado ese sector y tendremos que utilizar los dos camiones chasqui-bum. Antes de que los camiones se acerquen, usamos a los ebrios como escudo para bajar a los vigías...
—Tenemos a veinticuatro Ebrios, ya están vestidos con las armaduras de chapa y las varillas enroscables—Habló Uliam parado junto a Maico observando unos papeles.
—Son cuatro kamikazes, cada uno llevará seis ebrios, bajarán a los vigías y darán la señal para que los camiones hagan lo suyo. Una ganga—Secundó Maico.
—Genial—Respondió Owen—. Somos cincuenta hombres en total. Seis se encargaran de buscar tres edificios cercanos a las salidas del condominio Katana, se colocarán dos en cada edificio y serán los francotiradores. Celeste, tú te colocaras en un edificio que esté cercano al condominio pero no lo suficiente como para ser descubierta...
—Solo necesito que dos hombres me acompañen, me llevo bien con las armas pero no quiero confiarme, el ruido puede atraer muchos muertos a las calles—Respondió la enfermera.
—Hecho. Jack, busca dos hombres de tus filas para escoltarla—Ordenó Owen, Jack asintió—. Bien, una vez la entrada esté derribada, entramos con todo usando los autos enchapados. De ahí las órdenes seguirán dándose en batalla por los sargentos de cada grupo. ¿Estamos todos de acuerdo?
—De acuerdo—Respondieron casi todos al unísono.
—Vayan y digan a los soldados que duerman bien, que coman, que tengan sexo, besen a sus hijos o seres queridos porque.... No todos volveremos de esto mañana—Anunció Owen mirando a cada uno de los presentes.
Ninguno respondió, solo se logró sentir el miedo y la incertidumbre. Solo suspiraron y se marcharon todos de ahí.
***********
La noche pasó, muchos hicieron caso a lo que Owen recomendó, otros no lograron pegar un ojo en toda la noche, y algunos decidieron pasar la noche ayudando en la armería a preparar todo.
El gran día había llegado, ya estaba todo preparado para ir al condominio de los Katana y hacerse con las vidas de todos los soldados y poder así vengar a cada muerto.
Los veinticuatro ebrios fueron cargados en varias camionetas, todos los soldados llevaban puestos sus equipos tácticos reunidos de varios lugares, y el sol anunciaba que el día había comenzado hace poco más de una hora.
Los vehículos se encendieron, algunos guardados en el estacionamiento nuevo de la escuela, otros en la calle, pero todos encendieron de una forma vibrante. Owen salió de la escuela e hizo señas para que vayan partiendo todos, ya cada uno sabía donde debía ir. Así, todos partieron sin saber los resultados.
Después del recorrido, Uliam marcó en un mapa los edificios donde se tienen que situar los seis francotiradores, de los cuales él, Maico, y Franco serían tres de ellos. Katrina decidió quedar afuera de todo y acompañar a Franco para ayudarlo a subir el edificio, dentro suyo no se perdonaría perderlo a causa de su ausencia.
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Ebrios CaníbaleZ- Entre muertos y disparos [Libro2]
Fiksi IlmiahLa situación se torna peligrosa en San Ferluci: lo que se creía sería una fructífera paz se ve interrumpida por un suceso inesperado. Las piezas han sido movidas presentando así el inicio de una visceral guerra llena de violencia y traiciones; amist...