𝑼𝒏 𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐

𝓔𝓹𝓲𝓵𝓸𝓰𝓸

11 Años Después

En el gran comedor se encontraban todos los alumnos de Hogwarts ansiosos por el comienzo de la selección de las casas, hoy era un gran día los gemelos Snape ingresaban al plantel, todo mundo estaba a la expectativa del llamado para los nuevos integrantes de primer año

—Abney Jhon — un niño de cabello castaño se sentó temeroso en el taburete para ser seleccionado en una casa

—Mente brillante, poses honestidad— temblaba un poco al escuchar hablar un sombrero era un mago nacido de muggles — No tengas miedo, la casa que está destinada para ti te acogerá, allí brillaras —RAVENCLAW¡¡ —exclamo el sombrero seleccionador

Así fueron pasando de manera ordenada cada nuevo alumno, 10 alumnos fueron seleccionados para Ravenclaw, 12 estudiantes para Hufflepuff, Gryffindor obtuvo 13 nuevos alumnos, todo mundo estaba a la Espera Slytherin no había obtenido ninguna hasta ahora

—Snape Granger Albert Altair— llamo Minerva McGonagall, el aludido camino con porte erguido y seguro, observo de soslayo a su padre quien estaba sentado en la mesa de Profesores junto a Hermione, ambos tenían las manos entrelazadas a la espera, mientras se ubicó en la butaca murmullos se oyeron por el comedor

—Otro Snape hace mucho no tenía la fortuna de otro mago con este apellido, una mente audaz, bastante astuta, posees coraje, valentía ,caballerosidad de manera férrea, eres demasiado leal e ingenioso, eres un completo enigma tu manual de conducta es bastante complejo, reúnes muchas características, Ravenclaw podría ser, Hufflepuff también o tal vez Gryffindor también encajarías a la perfección como tu madre, Slytherin sería una buena opción iguales a la anterior, sumamente difícil, eh muchacho no puedo decidir por una —

Habían trascurrido más de siete minutos, y nada que había una deliberación para la selección, la castaña le había apretado fuertemente la mano a su esposo, trato de tranquilizarla eso se veía venir desde su nacimiento

—Un muy poderoso mago, cualquier casa seria digna escoge tú con sabiduría muchacho—

Albert esta un tanto indeciso creía que sus opciones se reducirían a Slytherin o Gryffindor nuca a la totalidad de las casas, había algo que quería hacer para marcar un antes y un después, — Elijo Gryffindor —dijo seguro de su elección, — No se diga más GRYFFINDOR—bajo del asiento para ir a la meza de su respectiva casa, todo mundo aplaudió luego de la conmoción por tanto silencio, miro en dirección de sus padres ambos le asintieron

—Snape Granger Severus Tobías —

—Otra mente compleja como tu hermano, vamos a ver si puedo decidir una casa para ti—pasaron más de 7 minutos — Elijo Slytherin, — SLYTHERIN— quería seguir marcando un antes y un después que había comenzado con su padre

El resto de la cena transcurrió en normalidad, nunca había existidos dos alumnos de la misma selección o año que tardaran tanto

Albert hubiera ido ir a Slytherin pero algo le dijo que a Gryffindor debería ir para cambiar el comportamiento tan Kamikaze, que debía habear valentía con astucia, su padre lo comprendió cuando se vieron a los ojos, sentía que si no lo consultaba sería una traición para él, Severus siempre fue un padre amoroso y estricto con sus hijos, ambos jóvenes desde temprana edad eran ávidos en busca del conocimiento de carácter reservado, gesto impertérrito adusto, de gran corazón dignos hijos de sus padres, la exigencia en rendimiento fue alta a petición ellos con el fin de poder llegar a tener igual de potencial a sus progenitores

Hogwarts en su historia no había tenido dos alumnos de la misma generación tan dedicados, ejemplos de un verdadero Hogwarts, ambos fueron premios anuales y prefectos, al crecer crearon una profunda lealtad, fraternidad y respeto de Gryffindor hacia Slytherin, Albert y Severus al salir de Hogwarts se convirtieron en un grandes pocionistas, luego desearon probarse junto con su hermano en el cuerpo de aurores, a pesar del grito en el cielo que pego su padre al decirle de su decisión, alcanzaron el Puesto de Director de departamentos de Aurores y Director  del Departamento de Seguridad respectivamente, luego decidieron renunciar a sus puestos ya que el Ministerio había sido un reto momentáneo, buscaban superarse, grandes duelistas habían demostrado ser en su tiempo como aurores y directores de departamento, no más que su padre con el cual habían hecho una demostración de duelo de dos contra uno, ganando su progenitor