𝓔𝓵 𝓐𝓶𝓪𝓻𝓰𝓸 𝓢𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽𝓸

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Dedicado jonimoli10, Jaylong_Black_333 yAlex_Prince25 por inspirarme a seguir y perseguir mis sueños

Y a ti madre que donde te encuentres siempre estaré recordándote,con amor tu hija, tu Ledi Stali, espero que donde estés sientas orgullo de este ser

𝒩𝒶𝓇𝓇𝒶 𝒮𝓃𝒶𝓅ℯ
Ayer la vi caminar a  lo lejos en el Callejón Diagon,iba de la mano con el Señor Weasly,la  vi sonreir y sentí que todo mi alrededor se esfumó,ojalá ella tuviera ojos para mi, pero no soy más que su ex-profesor de DCAO y Pociones, se que no la merece, pero no tengo autoridad en su vida para decirle que deje a esa zanahoria, la veo felíz y eso me reconforta a mi, si supiera que me tiene embobado con su mirada, que conmigo podría tener lo que deseara, pero solo se queda en el anhelar,  en el acariciar ese recuerdo por las noches y al despertar ver que ya no existe en la realidad,es triste y deprimente  a mi edad tener que mirarme al espejo y verlo lo viejo que me estoy volviendo, que ninguna jovencita o mujer adulta se fijaría en un mago como yo, mestizo, peligrasiento y con un humor de perros, soy el Director de Hogwarts actualmente, Mcgonagall es la Subdirectora, un puesto que llegue anhelar con la clase de DCAO pero hoy eso me tiene sin cuidado, me levanto todos los días, sabiendo de que ella sigue viva y esa es mi motivación para seguir levantándome cada día de la cama, y construir cada día un mejor Hogwarts, como ella lo idearia en su cabeza, se que estaría orgullosa de ver su amado colegio como resurgió de las cenizas, pero no puedo seguir mis cavilaciones por que alguien irrumpe en mis aposentos.

La fulminó con la mirada por no tocar

—Severus,veo que amaneciste con un humor de perros

Buenos días para ti también Minerva,— dije con sarcasmo,odiaba tener que soportar su charla en la mañana como si no hubiera alguien más a quien molestar, ah si claro, su función matutina es fregar al director y levantarle el humor—Que te trae a las 4 de la mañana a mis dominios,—dije arqueando una ceja

—Tan dulce como siempre Severus, gruñi en respuesta—Desearia saber como te fue ayer con tus asuntos—

Excelente Minerva, me fue de maravilla, no ves mi alegría en este día,—dije con ironía—Si me lo permites Minerva necesito terminar de arreglarme,—dije señalandole la puerta con mi mano izquierda, mientras en mi antebrazo derecho reposaba mi levita.

Minerva me miró interrogante, a lo cual yo respondí levantando  más la ceja,—Qué, tengo payasos en la cara? —escupi con asco, ya me irritaba su presencia en mi espacio personal

—Severus que es eso que tienes en los Nudillos?—me cuestiono

—Nada, interesante Minerva un simple accidente, ahora si me lo permites deseo vestirme,—remarque las últimas palabras, ya que estaba solo con mi camisa blanca puesta y mis pantalones, menos mál entendio y salió despavorida,al salir cerre la puerta para evitar que la abrieran y lanze un muffliato.

Bufue,cuando por fin se fue,volví mi vista al espejo astillado del baño, como odiaba ese infernal objeto, que me había regalado Albus, cada que lo rompía se repara, o cuando lo sacaba volvía a su lugar, odiaba el reflejo que me devolvía el cristal, pero bueno otro día a de comenzar, sane mis nudillos con un  pase de varita, me coloque mi levita y agarre mi túnica del perchero, antes de salir me acerque al dichoso espejo para comprobar con horror que aquella abominación de mi cuello no deseparecia, como el mejor pocionista de gran Bretaña no podía quitar una simple cicatriz de manera total, bueno antes tenía una gran marca ahora solo parece un latigazo ramificado, menos mál utilizó camisas de cuello alto.

𝑼𝒏 𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora