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❝Aveces el mundo decide hacerte una jugada muy sucia❞
❝¿Cuánta probabilidad hay de que personas vengan de otra dimensión a estas? Y todavía, al mismo tiempo❞
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🅓🅐🅣🅘🅣🅞🅢
• 𝙻𝚊𝚜 𝚒𝚖𝚊𝚐𝚎𝚗𝚎𝚜 𝚗𝚘 𝚜𝚘𝚗 𝚖í𝚊𝚜.
• 𝗡𝗢 𝚜𝚎 𝚙𝚎𝚛𝚖𝚒𝚝�...
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𝖀n día normal, el sol sale con todo su resplandor que impacta en el rostro de un rubio de piel morena que va de camino a su oficina mientras recibe saludos y uno que otro regalo.
¿Te puedes imaginar quién es?
El Hokage, Uzumaki Naruto: un hombre de cabellera rubia, ojos azules como el mar, piel morena, unas singulares marquitas en sus mejillas y un esbelto cuerpo cubierto con grandes prendas que caben a la perfección.
En aquel rostro se puede ver los latigazos del cansancio y frustración de un hombre que se encuentra sobre los 30 años de edad. Marcado con unas provinentes ojeras que se posan en la zona baja de sus ojos; haciéndolas ver decaídas. Unos labios carnosos que por la falta de alimentos y líquidos se encuentran un poco agrietados. Y, por último, unos ojos rojos por las largas noches de desveló y el posible exceso de cafeína.
Su estado físico tampoco es el mejor, pero no es tan grave. Solo un poco de alimentos, distracción y horas de sueño se le podría quitar, pero lastimosamente su trabaja (por el cual se había esforzado para ganar) le impide cualquier cosa. Hasta el tiempo familiar.
—¿Qué tal eh?— Saluda su gran amigo— Me dijieron que ayer Boruto volvió a hacer de las suyas- Dice.
—No me lo recuerdes, ese niño me va a sacar canas verdes— Responde el ojiazul sentandose en su respectivo escritorio y sacando unos cuantos papeles de su gaveta.
—Como no, si mi hijo también estuvo ahí- Suspira el de coleta alta y puntiaguda.
Una pequeña risa de escapa de los labios del rubio, mirando con nostalgia a su amigo. Su único amigo.
—Parece que nuestros hijos sacaron algo más que nuestro parecido— Sonríe.
—La idiotez, supongo— Ríe ligeramente el pelinegro.
