Casi Un Sueño

Italy (Part I) - Capítulo 49

El viaje se le hacía eterno, a Naty le parecía estar cruzando el mundo mas que simplemente estar viajando a Italia. 

No podía dejar de pensar en qué le diría cuando lo viera. - Tal vez debería preparar algunas palabras - pensó, pero al instante supo que eso sería una pérdida de tiempo ya que seguramente se lo olvidaría en el instante que lo tenga frente a ella. 

Intentaba dormir, pero no podía, su cabeza no dejaba de dar vueltas, y justo en ese preciso momento un maldito pensamiento se abrió paso a su mente: "y si está con alguien mas?, y si ya conoció a otra?". Sintió su corazón apretarse en su pecho y quería llorar, fue al baño y allí dejó caer unas lágrimas, mientras comenzaba a arrepentirse de ese viaje, de que quizá todo sería en vano. Pero ya era tarde para volver atrás y no le quedaba otra mas que seguir adelante y encontrarlo, el resto lo vería después. Suspiró, se lavó el rostro y regresó a su asiento. 

Unas horas después el avión por fin hizo su aterrizaje. 

Naty cruzó los controles con las piernas temblando de los nervios. 

Parada en la puerta del aeropuerto, se dio cuenta de que no había previsto el medio de transporte que la llevaría hasta donde estaba Henry, así que decidió tomar un taxi. A esas alturas ya no importaba cuánto gastaría, sólo quería llegar adonde estaba él. 

Paró un taxi, subió y como Naty no sabía hablar italiano, le entregó el papel que le había dado Marianne con la dirección de Henry al chofer. Éste la miró extrañado pero ella le sonrío y como pudo le dijo que no sabía el idioma, el chofer entonces le devolvió la sonrisa de manera amable. Al leer el papel el chofer se asustó porque el lugar quedaba bastante alejado de la ciudad.

Durante el viaje en el taxi, Naty pensaba y trataba de armar en su mente diversos escenarios de lo que podría llegar a pasar en su encuentro con Henry mientras miraba por la ventanilla cómo el cielo comenzaba a oscurecerse, una tormenta se avecinaba.  

Una hora después, el taxi se detuvo a un costado de la ruta, justo en la entrada de una calle de tierra. El chofer le indicó con señas que esa era la dirección que buscaba, que solamente tenía que seguir ese camino. Naty lo miró suplicándole que no la dejara ahí pero no hubo caso. Pagó el viaje y con su valija, una mochila y con el cielo cada vez más oscuro y cargado de relámpagos emprendió el camino. 

No llegaba a la mitad del camino cuando a lo lejos logró divisar un par de luces: "esa es la casa" se dijo a sí misma y continuó caminando intentando apresurar el paso pero el cansancio, las horas sin comer, el peso de su mochila y valija juntas le impedían caminar más rápido. Un trueno muy fuerte anticipó una lluvia torrencial. No podía ponerse peor. 

La lluvia hizo que el camino de tierra ahora se hiciera un camino de lodo, sus pies literalmente se hundían en él así que como pudo alzó su valija, que era un tamaño mediano, la abrazó fuertemente contra ella y siguió camino, ahora comenzaba a entender el por qué el chofer del taxi no quiso entrar hasta allí: "probablemente haya adivinado este desastre y tuvo miedo de quedarse estancado aquí con todo y auto". Mientras pensaba esto, la lluvia se hacía cada vez más fuerte. Naty quería llorar pues creía que todo aquello era una señal de que no tendría que haber ido. Pero ya no podía volverse atrás.  

Unos cuantos minutos después y mientras la lluvia no dejaba de caer, llegó a la casa. Fue hasta cerca de la puerta y se paralizó al ver una camioneta, estaba claro que alguien había allí y en un momento hasta pensó si Marianne le había jugado una broma y allí vivía otra persona. Para colmo de males la puerta daba directamente al patio delantero, no tenía techo ni ninguna otra cosa que sirviera como refugio. Asi que parada allí, empapada, muerta de frío, con lodo en los pies y abrazando su valija sintió su corazón estrujarse pero cerró fuerte sus ojos, suspiró casi ahogándose con la lluvia, se armó de valor y llamó a la puerta.