Casino |Yoonmin|

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El timbre de la gran casa sonó, llamando la atención de dos individuos acurrucados en el sofá viendo una película de terror. El más alto se separó del rubio y se levantó con pereza arrastrando sus pies, lo habían separado de aquel pequeño cuerpo calentito.

Abrió la puerta con su semblante frío y serio pero al mirar a la persona que tenía enfrente sintió desvanecerse, sentía que su alma de había ido volando.

Su ex novia, Suran se encontraba de pie en la puerta con esa sonrisa, esa maldita sonrisa que puso cuando se había ido y dijo que volvería pronto.

Cinco malditos años esperándola, mirando sus estados en WhatsApp, con otros hombres disfrutando de bebidas alcohólicas, disfrutando de América. Era más que obvio que prefería estar con esos americanos qué con él.

Suran lo quería, pero por el dinero. Había pasado mucho tiempo, pensaba que su relación había terminado ya que no le hablaba hace más de tres años. No podían ser nada.

La chica miró a YoonGi con esa estúpida sonrisa y se lanzó a sus brazos.

—¡Amor! He regresado por ti, al fin podremos estar juntos y casarnos. —Su jodida voz chillona qué ahora odiaba se hizo presente.

Jimin miró al pelinegro levantarse por ese molesto timbre. Una voz chillona resonó por la sala, comedor, cocina, habitación y vecindario. Literalmente. Se alarmó inmediatamente al escuchar lo que decía.

—¡Amor! He regresado por ti, al fin podremos estar juntos y casarnos.—¿Qué dijiste perra?

Se levantó rápidamente, no le importo estar en ropa interior y con una camisa de YoonGi qué llegaba hasta sus hermosos muslos.

Llegó hasta la puerta viendo como la estúpida chica abrazaba a YoonGi y se acercaba a su rostro pero en ese momento la chica de dio cuenta que él estaba ahí.

—¡Ay! Me asustaste maldito mocoso. —Abrazó a YoonGi. —¿Quién es el cariño? —¿Cariño? Maldita perra— Me imagino que es tu sobrino.

—E-eh  —YoonGi habló rascando su nuca.

—No soy su sobrino, soy su novio, anciana. —Habló Jimin con su ceño totalmente fruncido.

—¿Qué? —Ja, toma vieja tonta— Es imposible, YoonGi y yo estamos en una relación, y prometimos casarnos cuando regresará de Estados Unidos, deja de mentir maldito mocoso, solo lo haces porque no quieres que tu tío se case con la mujer más hermosa de la tierra, y no soy una anciana estúpido niño.

—Bien, basta. —Intervino YoonGi.— Suran, el es mi...

—¿Tu...? — Suran dejo de sonreír cuando vió como tomaba la cintura de Jimin y lo acercaba a él.

—Es mi novio y mi prometido, nos casaremos la próxima semana.

—¿Qué te pasa? Tú y yo aún somos pareja, y no te casarás con este mocoso, soy tú prometida no él. —Hizo un intento de puchero y arrugó su nariz.

—Suran. Tú disfrutaste al máximo en Estados Unidos. Yo me quedé aquí esperándote, ví como estabas ebria y te besuqueabas con cualquier idiota —Habló en tono dominante— Cinco años, cinco malditos años esperándote y nunca llegaste, decidí darme por soltero e ir a buscar a mi verdadera alma gemela. La encontré en un puto casino. Gracias a eso encontré a Park JiMin mi ahora novio y futuro esposo, estará conmigo hasta el final, y sé que el nunca se irá de mi lado por "Estudios" porque lo menos que hiciste fue estudiar. Lo sé, viniste aquí por dinero, Suran no porque aún me amas si es que lo hacías. Ahora sal de nuestra casa—Alzó su voz en "nuestra"—y no vuelvas más. No quiero verte en mi vida, anda a revolcarte con un puto americano y no molestes más a mi novio y a mí.

—Y-YoonGi, no es cierto, yo aún te amo. —Volvió su mirada hacía abajo.—T-tu y yo tenemos un hijo, lo escondí porque tenía miedo de esto. Realmente quiero que lo criemos juntos y nos amemos.

La boca de YoonGi y JiMin se abrieron de sorpresa.

—No te creo. ¿Qué edad tiene? —Trató de sonar fuerte.

—Cin- Seis, seis años.—Rasco su nuca nerviosa— Se llama Yan, Min Yan.

—No pudiste haber tenido un hijo. Soy estéril.—Mintió.

Suran palideció. Jimin entendió y hizo su rostro con un semblante serio, mientras discretamente acarició su abultado vientre. Pensaba decirle al mayor de su embarazo, pero aquella mujer interrumpió el momento.

—¿Q-Qué?