Destino

Prologo

Está es, en realidad una de las muchas maneras en la que imagino que iban morir en las últimas semanas.

Claro había posibilidades de que salieran vivos de ésta situación, dependiendo de con quiénes se encuentren. No lo sabía, pero él hecho de que hayan venido hasta aquí sin saber de quién se trata, o qué quiere, o si podrían dárselo entre otras preguntas dice mucho sobre la desesperanzada situación en la que están.

Se les habían acabado las pistas, ya no había hilo suelto del que tirar, ni para averiguar qué son los Khatavys, ni para averiguar qué sucede con ellos y sus poderes o no poderes lo que sea que sea, ni para tratar de salvarse a sí mismos ni a los que quieren, a los que tu quieres se recordó a sí misma, Aarón no tenía seres queridos, algo que la llena de tristeza cada vez que lo recuerda, no puede imaginar cómo es no querer a nadie, no tener a nadie.

Giró la cabeza para mirar a Aarón, el estaba mirando al frente, al puente extendiéndose ante ellos, con los codos apoyados en el volante su pulgar pasando compulsivamente sobre su labio inferior en un gesto, había aprendido, de concentración sabía mejor que interrumpir su proceso de pensamiento. Volvió a mirar el teléfono robado en lo que se sintió la centésima vez en la noche, la pantalla de bloqueo, el único lugar al que podían acceder sin la contraseña, seguía igual que la primera vez que lo había hecho, la cara de dos niños rubios que no conocía y ningún mensaje nuevo. Tal vez no vendría nadie y ellos estaban perdiendo el tiempo después de todo.

—Deberíamos irnos, nadie va a venir.—Dice girando su cuerpo para enfrentar a Aarón

—Eres muy impaciente.— Sé deja caer en el asiento, sé ve cansado, el pelo rojo desordenado y las ojeras más marcadas que nunca. El apoya la muñeca contra el volante, sus uñas pintadas comienza a tamborillarlo asiendo un molesto ruido constante. —Va a venir.

—¿Quiénes?— Irritada por el ruido de sus uñas, preguntó más fuerte de lo que quería.

—No se Irene, alguien, quién sea, ya veremos, quién sea que tenga respuestas.— El también elevó su tono de voz.

—No tenemos lo que quiere, ni siquiera sabemos qué es lo que quiere.— El mensaje decía ''tenemos a tu amiga, sabes lo que queremos puente Montlake está noche'' dado que habían tomado el teléfono de un cadáver. Ellos no sabían quién era su amiga ni tampoco lo que quieren. —¿y si nos matan?

—No van a matarnos.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque entonces los matamos primero. Mira...— La luz de los faros de un auto los iluminó, justo antes de que comenzaran una de sus discusiones. Irene entrecerró los ojos para verlo mejor, era un auto negro, estaba a mitad del puente justo frente a la división para elevarlo.
Aarón y ella compartieron una mirada y el condujo el jeep hasta que estuvo solo a unos metros frente al otro, sintió la garganta apretada, por el miedo o los nervios o la posibilidad de morir ¿Quién sabe?
Aarón tomo el revólver de la guantera y abrió la puerta y tomando una respiración profunda, obligándose a permanecer lo más tranquila posible ella lo imito.

Ellos iban a morir, estaba segura de eso.