Epílogo

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Se ajustó el traje negro una vez más, se miró al espejo y se encogió de hombros al observarse de frente completamente.

Había envejecido, y se notaba. Sus facciones eran marcadas, su mandíbula era mas firme que antes y su cuerpo ya no tenia la misma contextura. Pues claro, tenia veintisiete años ya, era obvio que parecería mas un adulto que un simple joven, de veinte años.

Saludó por última vez a su perrito quien movía la colita con felicidad. Lo acarició con cariño mientras sonreía al ver que este se tiraba al suelo exponiendo su panza.

— Realmente te ves despampanante, nunca pensé que te volvería a ver con algo mas que no sea  ese uniforme de Grey's anatomy. — Soltó Taehyung divertido. — ¿Estas listo? — Se levanto hasta llegar donde él. — Debes estar nervioso, es un gran día para ti y tú familia.— El ahora castaño, observo como Taehyung también había crecido. Sus hombros eran mas anchos, su cuerpo gritaba con gran fuerza que ambos estaban hechos un par de adultos. Pues claro, habían pasado siete años desde la última vez.

Él ya había terminado titulándose de médico y ahora se encontraba estudiando para obtener la especialización, además de que había comenzado a asistir a un curso de pintura, en el cual había encontrado la felicidad en hacer trazos con colores. Su actual departamento se encontraba lleno de cuadros que había pintado.

Algunos eran de su familia, su perro, paisajes que ha visto. Solo había una pura pared que se encontraba vacía, y esa guardaba un lugar especial para uno que solo podía recordar en su memoria, pero para él cada vez que veía aquel espacio en blanco, este se encontraba ahí.

— No le pongas color¹ — Soltó una risa, tomando sus llaves, su celular y checando una vez mas que los pasillos de comida de Holly se encontraban totalmente llenos. — Vamos, se nos hará tarde, mi familia me mataría si llego tarde dejándolos en vergüenza.

— Si princesa, su carruaje espera afuera. — Bromeó regalándole una sonrisa de compañerismo, pasando un brazo por sus hombros como el los viejos tiempos. — Por cierto ¿Has hablado con Namjoon y Jin?

— Me han dicho que estaban ayudando a un conocido, por lo que llegarían un poco tarde, ya que tenían ayudarlo a empaquetar debido a que se mudaba mañana, pero si no llegaban a la hora dijeron que mandarían uno de los regalos mas grandes de la historia. — Jeongguk se sintió orgulloso al no demorar ningún rastro de tristeza en su voz, en él solo había cariño.

Habían pasados alrededor de siete años desde aquél día. 

Desde la última vez que lo había visto

Nunca recibió ni una carta, ni un mensaje, ni siquiera sus propios amigos, de los cuales seguían en contacto con él lo mencionaban. Después del tercer año entendió que YoonGi no tenía intención alguna de volver a su vida, así que Jeongguk se vio obligado a aceptar el hecho de que debía olvidarlo y sanar aquel corazón que él mismo se rompió.

A veces se preguntaba  en cómo las cosas hubieran resultado si hubiera actuado diferente. Si tan solo le hubiera dicho todas sus razones a YoonGi, si tan solo le hubiera explicado que hizo todo lo que hizo por su felicidad, pero después la realidad lo golpeaba y se enfrentaba al verdadero final.

Los primeros meses habían sido los mas doloroso que podía haber vivido en su vida entera, pero después aquella semilla sembrada en dolor comenzaba a florecer y solo los recuerdos cariños inundaban su mente. Ya para cuando terminaba el primer año, ya no quería llorar, a veces lo recordaba, pero siempre se decía a si mismo que era lo mejor.

ANATOMÍA [KOOKGI].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora