IV

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Las últimas semanas en la escuela eran monótonas, nada parecía romper la quietud de nuestras aulas, las fechas de exámenes se aproximaban, todos buscaban sus grupos para preparar las diversas materias, en los últimos días me uní al de Heather, que junto a dos chicas más, venían trabajando juntas

Personalmente había experimentado unas pausas importantes con respecto a las desconcentraciones causadas por Judas, esto lo había notado sin duda Heather, pues en una de las reuniones de estudio, me mencionó casi irónicamente:

-Por suerte últimamente podemos contar contigo y no te escapas de este mundo tan seguido -me dijo mientras me sonreía y sus grandes ojos azules acompañaban esa sonrisa

-¿A qué te refieres? -le dije sonriendo yo también

Nuestras compañeras de grupo rieron también, aunque no entendían de que se trataba

July era una de nuestra compañeras más introvertidas, su larga cabellera rubia la usaba como una especie de cortina, ocultandose tras ella como herramienta para tapar su timidez, sin embargo dentro de lo desapercibida que pasaba, todos le teníamos un gran aprecio, ya que en muuchas oportunidades había demostrado ser una persona solidaria y comprensiva

Adriana, la cuarta del grupo, no tenía muy buena fama, ya que era bastante conflictiva y había recaído en nuestra escuela despues de pasar por algunas otras, venía de Pensylvania y sus padres se dedicaban a los negocios inmobiliarios

Miraban casi desconcertadas nuestra charla con Heather y sin entender, rieron con nosotras tan tentadamente que terminamos todas en una gran carcajada

Aclaré la garganta y dije:

-Y... Adriana -llamé su atención- No es por entrometida y espero que no te moleste, pero ¿Por qué has estado en tantas escuelas?

- Tranquila Kaily, no me molesta ni tampoco eres entrometida -dirigió su mirada a mí ya que la tenía puesta en su cuaderno

-Yo también tenía esa duda, pero no quería ser imprudente -dijo Heather

Al ver que tenía toda nuestra atención suspiró y con voz amable respondió

-Estuve en tantas escuelas porque tenía algunos problemas diciplinarios y casi siempre llamaban a mis padres, de hecho, yo era la típica niña rebelde que discutía con sus profesores. Si discutes con un profesor es mas que seguro que el va a salir ganando, lo digo por experiencia -dijo guiñando un ojo divertida- Y eso de que no cambian las notas dependiendo de cómo le caigas, es mentira, los profesores empiezan a hablar mal de tí con otros profesores y los mismos ya te tienen en mal concepto, te empiezan a llamar la atención por nada y al final te tienen en la mira, hasta que en un momento explotas contra ellos y te expulsan -dijo con una gran sonrisa sarcástica

-Oh, ¿Crees que en algún momento un profesor se guío por tu apariencia? -dijo July pensativa

-Todos los profesores lo hacen July

Adriana era bastante simpática, pero su apariencia emanaba el tipo de aura de "No me importa nada" , aunque no era así exactamente, ya que por lo que noté, se preocupaba mucho por sus exámenes, solo tenía esa mala suerte con los profesores.

-Yo siempre me llevé bien con ellos o es que quizá no me notaban -dijo July agachando la cabeza

-Es obvio que los profesores te tengan en buen concepto -contestó Adriana con obviedad- ¿Acaso no te has visto? Por poco no te duchas con agua bendita y te vas a dormir con una cruz como oso de peluche -rió

Dejando expuesta su religión católica que profesaba ella y sus padres, no muy común por estos lares

-Adriana -pronunció July alzando la cabeza lentamente hacia la nombrada- Soy atea

JudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora