Desencuentro numero dos.

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Viernes de la misma semana 20:00 p.m.

Varios encuentros con el moreno después apareció nuevamente la castaña haciendo lo mismo pero esta vez en un horario diferente, así que dio por falsa su teoría del trabajo de ella. Aunque Emilio no encontraba otro motivo por el que ella estaba desvistiéndose sensualmente como si fuera para alguien y fue ahí cuando se le ocurrió, seguramente hacía lo mismo que él y el lindo chico con un hombre de un departamento de arriba o de abajo suyo. Así que dejó de pensar en la chica y se concentró en el ojimarron que se encontraba sentado en un gran sillón con las piernas bien abiertas, mordía su labio inferior sensualmente, dejando rojo todos los costados de su boca, estos brillaban, seguramente a causa de saliva, anteriormente había pasado su lengua por ambos labios y eso produjo que su pene se pusiera más duro de lo que estaba.

Emilio observó con determinación todos los movimientos del castaño, esté acariciaba sus pezones, con una de sus mano, mientras que la otra la tenía cerca de su boca, lamió primero y luego succionó dos de sus dedos, no corría la mirada castaña de la completamente negra y eso lo hacía sumamente excitante. Soltó su labio inferior de entre sus dientes, moviendo su mano de su boca a el interior de sus muslos y de a poco fue metiendo los dos dedos en su entrada, se notó que gimió fuerte por la forma en que abrió su boca y cerró sus ojos, deseó tanto estar en ese momento tocándolo que no logro reprimir un gruñido.

Él también se había comenzado a masturbar, movía su mano sobre su eje constante y rápidamente sin dejar escapar ni un detalle de la escena en frente. El moreno de rulos no había vuelto a abrir los ojos, solo movía sus dedos dentro de él y mordía su labio inferior o gemía, su rostro en este momento era el paraíso. Emilio hasta se perdía de lo que pasaba mas abajo por no querer dejar de mirar sus expresiones, igualmente eso no pasaba por mucho tiempo, él necesitaba ver como entraban y salían esos largos y pálidos dedos por esa estrecha entrada.

Él del frente dejo de acariciar sus pezones para poder acariciar su palpitante, ligeramente húmeda y rosada erección, esté aun permanecía con los ojos cerrados, Emilio notó el contraste de sus movimientos, los de su pene eran lentos pero firmes y los de sus dedos en su ano duros y rápidos, con la grandiosa vista decidió al fin sacar su propia erección de su pantalón y ropa interior, los bajo hasta las rodillas y acelero el movimiento de su mano sobre su pene.

Inconscientemente, mientras gemía y disfrutaba de su mano sobre sumiembro, subió su mirada y atrapó a la castaña acariciándose, apretando uno desus pechos con su otra mano también. La imagen casi lo hace vomitar y hastabajo gradualmente su erección, así que inmediatamente con una mueca de disgustoen su rostro volvió su mirada al frente, él se había dado cuenta que era gay dechico, de verdad que había intentado estar con una chica, tratando de evitarlos problemas que traía ser rechazado por la sociedad pero a los dieciocho añoshabía terminado por rendirse con aquello y aceptándose

Su pene volvió a ponerse duro después de un tiempo de ver al menormasturbarse, eso si que era un estimulo. Cuando volvió a tener su ereccióncontinúo deslizando su mano por su miembro pero con el ritmo del inicio, máslento, y se dedicó a observar, por lo qué vio el pecho del de rulos subía ybajaba exageradamente con cada respiración, hasta se notaba aún con ladistancia como sus pezones estaban duros. Su pecho y mejillas estabanexcesivamente coloradas, seguramente por el color tostado de su piel era tan exageradosu sonrojo. Se podía ver, también, el pene del chico húmedo, seguramente porel pre semen. Emilio mordió su labio inferior suprimiendo un gemido yapretó la base de su miembro con su mano cuando bajo su mirada hasta la entradadel chico, de esta salían y volvían a entrar tres de sus largos dedosrápidamente, humedecidos por su propia saliva. Hasta ese momento Emilio nuncahabía deseado ser un trió de dedos

Se imaginó como sería estar dentro de él, apretó todo lo que pudo de su miembro con su mano, suponiendo que esta algún día podría ser el apretado agujero del de rulos y no pudo evitar que un agudo pero ronco gemido saliera, Emilio no despegaba su mirada del chico aunque en vez de prestarle atención a la imagen de esté estaba fantaseando con tenerlo junto a él.



Por otro lado la chica del frente estaba todavía acariciando su clítoris en su cocina, pensando en volver a vestirse, ya que quedó confundida y ofendida por la mirada de disgusto de Emilio, supusó que ella había hecho algo que a él no le gusto y por eso le dedicó ese gesto.

Con eso confirmó lo que ella pensaba, él era un idiota, de igual manera a ella le encantaba el idiota. 


si se me llega a pasar algun nombre o dato diganme

recuerden que yo solo adapto y soy medio retard uwu

Una Pequeña Confusion |•| Emiliaco |•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora