Recuerdo cuando te conocí,
te encontrabas sentado en aquella azotea,
sólo, con la mirada perdida.
Me pediste que me acercara,
pero no pude porque le tenía miedo a las alturas,
Tú no le tenías miedo a nada.
Lo creí imposible pero,
con el tiempo comprobé que así era.

ESTÁS LEYENDO
Trozos cascados.
PoesíaLas personas se van. Y te destrozan en el proceso. Pero aprendes a vivir sin ellos.