II

115 13 3
                                    

Recuerdo cuando te conocí,

te encontrabas sentado en aquella azotea,

sólo, con la mirada perdida.

Me pediste que me acercara,

pero no pude porque le tenía miedo a las alturas,

Tú no le tenías miedo a nada.

Lo creí imposible pero,

con el tiempo comprobé que así era.

Trozos cascados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora