Prólogo

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¡Nació! Nuestra pequeña a nacido — Gritaba con emoción el hombre español. Y como no estarlo, la pequeña de sus sueños había nacido, eso lo hacía enormemente feliz.

— Señor España, lamento este inconveniente pero... es un niño.

Un hombre, era un hombre; aquel bebé que tanto esperaba con afán, hizo que su felicidad, sus sueños, todo se acabarán por la inminente sexualidad del pequeño.

¿Niño? — Musito confundido. — No.

Entró a la habitación de un golpe, viendo como su esposa tenía a la criatura entre sus brazos. Ella lo miró angustiada, pidió a las parteras que se fueron, dejándolos solos.

— P-pero, yo quería una niña. — Dijo acostándose junto a la mujer, acarició las suaves mejillas de su esposa esperando una respuesta.

— Y-yo... Lo siento... — El contrario negó repetidas veces, beso su frente con ternura y miró al niño con indiferencia hasta que se le ocurrió una increíble idea.

— ¡Ya se! ¡Lo criamos como una hermosa niña! — La libertadora miró estupefacta al europeo, su ceño se frunció inmediatamente cuando puedo terminar de procesar tal información, y furiosa dijo: — ¡¿Como se te ocurre tales ideas?! ¡Es un niño!

El mayor observó tedioso las razones de la azabache. 

— Escucha, si tu no quieres esto, puedes lárgate de aquí, pero dadme a mi ¡HIJA! —

La mujer titubo. Ese hombre se la había puesto difícil. Pensó cuidadosamente su elección; darle a su hijo e irse dejando solo al pobre bebe, o quedarse y criarlo como una mujer.

Pesé a que quisiera no traumatizar a su pequeño, le sería imposible. De una u otra forma ese niño jamas sería normal, da igual lo que hiciera.

— Muy bien... desde este preciso momento, es nuestra n-niña.

Niña ❝🇨🇴❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora