" Si pudiera describir mi mente, la describiría como un don y una maldición a la vez, Una maldición porque me trasformo en lo que ahora soy y un don porque me ayuda a escapar de lo que soy"
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Salí de mi casa, rumbo a la escuela por lo regular tomo él bus, pero ahora ya que tengo tiempo libre puedo caminar, mi mente recordó la melodía del piano de mi sueño y mis pies empezaron a moverse al ritmo de aquella, cuando era pequeña siempre quise ser bailarina pero mis papás nunca me dejaron diciéndome que era demasiado costoso a pesar de eso siempre desee ser lo y miraba muchos vídeos para aprenderme coreografías pero al final ese sueño se quedo en él frasco de “Los sueños Rotos de Spencer Pritt” me da tristeza tengo que admitirlo, quizás hubiera viajado por él mundo entero con mi baile ya hubiera conocido muchos lugares y lo lugares me hubieran conocido a mi, lastimosamente nada es un cuento de hadas.
Llegue a mi escuela con mi sonrisa falsa de nuevo, no me gusta mucho estudiar ¿a quien le gusta? Por Dios es una tortura y mas cuando es lunes leí por ahí que los lunes en algún idioma en especial significa “tortura” por eso lo llamo así tiene mas explicación. Todos me saludaban, no puedo decir que soy la mas popular del salón pero era muy conocida por hacer la tarea de los demás ¿que puedo decir? Tengo una alma generosa. Visualizo mi entorno y encuentro a mi amiga Lizbeth con la mirada apoyada contra mi otra amiga Paola. Paola a sido una de mis mejores amigas desde que me mude aquí, yo la considero mi mejor amiga aunque ella no lo haga.
Me dirigí hacia ellas saludándoles con la mano y mi sonrisa mas fingida que un perro y un gato siendo amigos, ellas me devolvieron el saludo y sus amigables sonrisas me dieron la bienvenida a la “escuela”
-Hola Spencer, ¿como fue tu fin de semana?- Se le notaba la alegría a Lizbeth saliendo de sus ojos cafés, un brillo que siempre traía desde que la conocí, lastimosamente se le iba la alegría cuándo sus papás se peleaban.
-Pues, ya sabes lo regular
Lizbeth y Paola me devolvieron su sonrisa otra vez, cuando sonó el timbre de la entrada para nuestros respectivos salones.
Nos dirigimos a nuestro salón principal con Lizbeth saltando como conejo, y su extrema alegría, Paola y yo solo nos dirigimos risas viendo a Lizbeth, Pero cuando llegamos al salón mi pecho me empezó a doler sintiendo un mal presentimiento, miraba a todos con la mirada perdida y no había nada inusual, la profesora no había llegado y un grupo de mis compañeros se reunieron a murmurar palabras que ni yo misma entendía. Lizbeth jugaba con su cabello mientras dibujaba en su cuaderno y Paola estaba reunida con un grupo de chicos mientras reía, pero sus ojos verdes claros expresaban tristeza.
Y allí estaba yo sentada en mi escritorio, perdida en mi presentimiento con la mirada perdida en mi cuaderno fingiendo que analizaba la tarea, pero realmente tenia un deseo y era volver a dormir y soñar, soñar hasta que esos sueños se vuelvan realidad o poder saber que es lo que pasa al final
-Buenos días estudiantes- Todos se sentaron cuando vieron a la profesora y a la directora pasar, Se dedicaron miradas preguntándose porque había llegado la directora
Como saben todos su compañero Estiven Mayclok no viene hace una semana, ya que pidió permiso para no asistir ya que se sentía enfermo, Lastimosamente hoy recibimos una llamada de sus padres anunciando que ya no volverá mas ya que hoy a las cinco de la mañana lo encontraron ahorcado en su habitación. su compañero falleció ayer en la noche-
¿Estiven? ¡No! ¿porque? ¿que le paso? ¡No podía ser cierto! Mi mente quedo en blanco la maestra tenia sus ojos al borde de lágrimas, la directora seguía hablando pero yo no la escuchaba estaba en shook ¿porque? Era uno de mis amigos lo quería mucho, todo el tiempo estaba feliz ¡no podía ser cierto! Era un buen amigo y un buen estudiante, mis ojos estaban llorosos era esa punzada en tu corazón que queda para siempre, me dolía el hecho de que ya lo vería más, pero me dolió mas el hecho de que estaba tan cerca de mi y yo no me había dado cuenta que el tenia problemas, no me consideraba ese tipo de personas que solo le importaban sus problemas, al contrario hacia cualquier cosa para que no se sientan mal, bien dicen que, La sonrisa es el mejor disfraz para el que ya no quiere vivir.
