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Domingo.

Después de almorzar, acordamos entre todos en ir a nadar al lago. Era nuestro último día y queríamos pasarla a lo grande, así que no tardamos en buscar nuestro traje de baño y toalla. La mayoría ya se había retirado, yo era el único que estaba dentro de la carpa sin saber qué coño hacer para poder ir.

-Joder tío, apúrate.

Auron, como siempre, me ponía más nervioso de lo normal. Estaba en un debate mental, si iba a meterme, debía quitarme el collar, ya que no puede tener contacto con el agua, por ende, mi olor si será detectable. Por otro lado, si decidía no hacerlo, iba a parecer el único tonto viendo como los demás se divierten.

-¿Qué pasa? -el ingreso del castaño me tomó por sorpresa, inmódicamente traté de ocultar con mi mano el collar, pero ya era tarde, él lo había visto -¡ah! Así que ese es el tema.

-S-si -admití -rara vez no lo he tenido al frente de los demás.

-Vale, vale, entiendo -se me acercó para tomar mis manos -Rubius, yo también soy un omega. Pase lo que pase, te cuidaré -sonreí -no tengas miedo, no pasará nada.

Aquello fue suficiente para quitarme por completo el collar y dejarlo dentro de mi mochila. Me coloqué una remera, para luego salir de la carpa y comenzar a dirigirnos a donde estaba el resto de los chicos.

-Rubius.

-¿Si?

-¿Qué pasó anoche? -detuve mi paso.

-¿Anoche? -pregunté.

-Sí, cuando estábamos jugando a las sardinas -respondió con obviedad -¿pasó algo entre tú y Vegetta?

-N-no -tartamudee, mi omega comenzó a sentirse inquieto, aquello no pasó desapercibido por mi contrario que se cruzaba de brazos mientras me miraba con una ceja levantada. Suspire -Vale, sí.

-¿Qué pasó? -insistió.

-Ni yo lo tengo en claro -la culpa nuevamente apareció -fue como un imán, ¿sabes? -desvié mi mirada a donde se podía ver al pelinegro jugando con Willy en el agua -cuando lo encontré dentro del árbol, me sentí extraño, él se me acercó y yo no supe cómo reaccionar -me sonrojé al recordar la escena -joder Auron, estuvimos cerca de darnos un beso, pero por suerte pude alejarlo de mi antes de que eso pasara -miré al castaño que se encontraba con una expresión seria -debes pensar que soy horrible.

-¡No! No digas tonterías, hombre -me abrazo -lograste detenerte, eso dice mucho -aquellas palabras aliviaron el peso que sentía.

-Gracias -nos separamos -me alegra poder contártelo.

-Cuando lleguemos a casa, hablaremos más sobre el tema -me sonrió -por ahora disfruta y no pienses tanto las cosas, ¿vale?

-Vale.

En menos de treinta segundos, ya nos encontrábamos dejando nuestras cosas junto al montón de prendas que, anteriormente, habían dejado los demás. Tenía mucha vergüenza y le insistí a mi compañero que no se vaya sin mí. Me quité la remera, quedándome solo con el traje de baño, luciendo mi físico con bastante pena.

Auron me tomó de la mano para comenzar a correr y sumergirme debajo del agua. Sin previo aviso, me encontraba conteniendo la respiración mientras lograba ponerme de pie. El tacto era bastante cálido. Todos se acercaron para comenzar a jugar, salpicar y hundir al otro. Las risas, comentarios burlescos, y chistes tontos no se hicieron esperar.

🍀

La noche cayó, estábamos muy cansados físicamente, así que decidimos salir del lago para regresar al campamento. Al llegar nos encontramos sin madera para prender la fogata, y los suministros de agua eran casi nulos. Así que Luzu tuvo la idea de dividir el grupo en dos, Vegetta, Fargan, Willy y Alex irían por leña, mientras que Auron, Mangel, Lolito y él buscarían agua.

Prístino✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora