Un cambio de aires. ❃Kookmin❃

🌸Capítulo 1 ↬ Noticia

•Narra Jimin•

Desperté por el sol que se colaba por la gran ventana y daba justo en mi rostro de manera fastidiosa. Abrí mis párpados y los vateé un par de veces para acostumbrarme a la luz del día, me removí en la cama para luego levantarme lentamente y quedar sentado mirando un zapato que había en el piso de mi habitación.

Me perdí en mis pensamientos mientras continuaba mirando aquel zapato como si fuera lo más asombroso de la habitación. Mis pensamientos estaban en lo que me tendrían que decir mis papás, resulta que ayer me habían anunciado que hoy tenían que darme una "noticia" bastante importante que cambiaría mi rutina diaria; rápidamente mis sentidos quedaron alerta, los tipos de noticia que dan mis papás y las resumen como "importantes" no me gustan para nada, no sabiendo que la última noticia importante que me dieron terminé estudiando en un convento de monjas.

Luego de quedar un par de minutos más matando mi mente creando distintas teorías, decidí levantrame no sin antes desperesarme y relajar mis músculos haciendo que estos crujieran. Me puse mis pantuflas de pollito y caminé hasta el baño lentamente mientras un pequeño bostezo salía inconscientemente de mi boca. Hice mis necesidades y aproveché para darme una ducha rápida, normalmente me gusta tardar más bañándome, pero la curiosidad de saber la noticia me tenía en un hilo y no podía estar tranquilo sin saber de qué se trataba.

Al poco rato salí del baño con una toalla en mi cintura, me dirigí a mi armario y allí busqué una ropa que sea lo suficientemente cómoda para después ponermela. Me peiné y perfumé un poco, para finalmente salir de mi habitación.

Caminé por largo y estrecho pasillo hasta llegar a las escaleras y bajé con cuidado. Al llegar a la planta baja apresuré mi paso y me dirigí decidido a la cocina. Como era de esperarse mis papás ya se encontraban en la mesa tomando sus desayunos con sus uniformes listos prontos para ir a trabajar.

Al percatarse de mi presencia ambos esbozaron una sonrisa, mi papá dejó sobre la mesa el periódico que estaba leyendo y mi mamá apagó su tablet en donde seguramente hacía algo relacionado a su trabajo.

—Buenos días, cariño — saludó mi mamá con una bella sonrisa.

—Buenos días — respondí para ambos. Mi papá asintió con su cabeza a modo de saludo.

Tomé asiento en el lugar de siempre y esperé a que Margaret, nuestra empleada estadounidense, me sirviera el desayuno. Rápidamente apareció por la puerta con un bandeja y una sonrisa, me dejó mi desayuno sobre la mesa y se retiró no sin antes decir un "Buen provecho" cosa que yo respondí con un simple "Gracias".

Comencé a tomar mi desayuno con las miradas de mis papás clavadas en mí, ya estaba desesperado no veía que ellos tomaran la iniciativa así que sin esperar más, hablé.

—Y bueno, ¿cuál era esa noticia tan importante? — pregunté con mi seño fruncido tratando de mostrarles que su noticia no me preocupa, aunque sea mentira.

—Primero me gustaría que escucharas lo que te voy a decir y no te alarmes ante de tiempo, después de todo por más berrinche que hagas irás de toda formas — dijo mi mamá con voz autoritaria.

Yo no entendí nada, ¿de qué habla?

—Sí sí, lo que sea. Dime ya — respondí cortante. Esto no me está gustando, tengo un mal presentimiento.

—Park Jimin, hablale bien a tu mamá — dijo mi papá mientras me lanzaba una mirada recriminatoria. Rodé mis ojos.

—Bien — comenzó mi mamá — hace un tiempo estábamos pensando esto con tu papá y teníamos algunas dudas al respecto, pero con tu comportamiento del viernes fue suficiente para que tomaramos esta decisión — continuó hablando.

Ho, el viernes. Puede que tal vez me haya pasado un poco pero no fue para tanto. Salí a tomar unas copas con mi mejor amigo Tae, se nos pasó la hora y también los tragos, salimos del club a las 6:30 de la mañana muy ebrios, él se fue en taxi a su casa y yo conducí a la mía, no llegué muy lejos ya que choqué contra un auto y para mi grandiosa suerte fue una patrulla de Policía y  justo enfrente de la comisaría. Llamaron a mis papás y tuvieron que pagar dos multas, que no fueron nada baratas, una por los daños ocasionados a su patrulla y la otra para que no me dejaran tres días arrestado por conducir bajo la influencia del alcohol.

Ven que no fue tanto, exageran todo.

—¿Qué decisión? — hablé alto. Era bastante obvio que iba a ser algo malo. No creo que me regalen otro auto, eso sería muy ilógico.

Mi mamá inahló antes de hablar, cosa que no entendí.

—Irás a pasar tu año sabático en la granja de tu abuela Lee.

¡¿Qué?!

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Sean bienvenid@s al primer capítulo de esta novela. Espero que le guste mucho y la apoyen aún más, esto es para ustedes.

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Nos vemos en el capítulo 2.

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