Tres

281 33 12
                                    

Se presentó el compacto de la nota verde.

- Y para finalizar puedo añadir como dato que los cultivos de palta son de vital importancia para las comunidades- Juan Carlos dió cierre a su tan informativa nota verde.

-Oh, sí que el aguacate es muy importante Juan Carlos-. Tulio murmuró mirando con disgusto el aguacate posado sobre el gran escritorio.

-Palta. Tulio. Esa fue mi nota verde, soy Juan Carlos Bodoque-. Su segmento terminó. Salió de cuadro y se dirigió a quien sabe dónde.

- Y bien.-Tulio dijo acomodando las demás hojas que se le habían caído durante el corte de comerciales, Juanin le entregó la que cronológicamente tenía que leer y continúo.-Dado a qué el día de hoy no hay entrevistado si no un dulce reencuentro entre el señor Tu-fillo?-

Tulio no terminó de leer el titular, le realizó gestos de confusión a Juanin, para reclamarle en búsqueda de una explicación racional. Al leer su segundo apellido en esa hoja, lo hacía sentir enfermo, no quería saber nada de nadie en estos momentos, [a excepción de su sobrina Patricia Ana] él no quería saber absolutamente nada de esas personas a las que debe llamar familia.

- Juanin! Mi primo Estefelacio Tufillo viene a visitarme? Sabes que no quiero saber nada de esos envidiosos.

-Oh, por supuesto que no Tulio, el autocorrector de la nueva máquina de escribir que compró el señor manguera solo permite escribir un apellido en el libreto-. El albino golpeó varias veces la extraña e anticuada máquina de escribir.

-Entonces, por qué escogiste Tufillo!?-

Juanin solo quería hacer feliz a su amigo pero como estaban comenzando las cosas en definitiva su instinto le obligaba a retirarse de ahí lo antes posible. -Creo que no amarré las amarras Tulio, permiso.- El albino se dió la media vuelta y se ocultó tras los enormes trípodes.

Pasos resonaron, pasos los cuales podías sentir con su andar el verdadero entusiasmo.

Tulio reconocía esos pasos, eran tacones y su madre solo usaba tenis en esta clase de visitas.

-JUANIN, ERES UN ANIMAL!- Gritó Tulio para que por dónde quiera que estaba el mencionado lo escuchará.

-No soy un animal, soy un Juanin-

Que más daba, no quería hablar con ella pero tenía que hacerlo. Tulio dijo su nombre fingiendo entusiasmo tomando una postura ante la chica, recargando sus codos en el escritorio, suspirando.

-¿Que no me vas a saludar?-

-Cindy. Yo, creo que este intento de reencuentro si fuera algo más... íntimo no sería mejor?- el peligris miro ambos lados susurrando, no lo decía en ninguna intención o insinuación sexual, solo no tenía sus pensamientos ordenados y su único objetivo era evitar decir una incoherencia de la cuál podría arrepentirse durante toda su vida, así que, para que sus amigos no sean testigos del famoso "reencuentro" que estaba por interpretar, tener una charla en un fino restaurante no era mala idea.

Cindy río. -Bien, pero está vez vas a pagar la cuenta porque si no-.

¿Chantajes?-dijo Tulio para si mismo.

-Publicaré esas fotos que tanto odias a la prensa internacional, ya sabes, para poder obtener el dinero y pagar la tan cara cuenta por la costosa cantidad de un vaso de agua y un té- dijo la jóven pelirosa, guiñando pícaramente.

Ella no lo dejó decir ni una sola palabra, y él no diría nada. Tulio solo acepta el tan extraño trato sin opción de estar a favor o encontra, asintiendo con un movimiento de cabeza.

-Nos vemos pastelito!-. Besando su mejilla se despide de él, ella también se despide con un ademán, en segundos sale del estudio y se sube a su bonito BMW.

"Y si vamos a algún lugar a bailar

Sé que hay una posibilidad

De que no sea conmigo"

Otra VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora