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PARTE SIETE.

PARTE SIETE.

"Perdón por todo lo que he hecho."

El silencio nos invade, no sabemos qué decir o qué hacer. Zayn aun mira él piso, la mirada de mi padre está fija en la de él, puedo notar la vergüenza en sus ojos.

—Eso no es verdad.—Se trata de engañar así mismo, las lágrimas brotan por mis mejillas. Ya no quiero estar aquí. Quiero irme, quiero abrazar a mi madre, a Megan, no a la niña que esta en la ventana con las mejillas rosas.

No puedo, no quiero. Lucía, por favor... Me quiero ir, no quiero estar aquí...

—Dios mío, Thomas, es verdad.—Se exaspera Zayn, caminando hacía él y poniéndose frente a frente.— Yo no te mentiría.

—¿Y eso quien me lo asegura? Siempre has querido con ella.—Lo empuja, enojado. A Megan se le contrae él rostro. Siento la desesperación.

Lucía...Lucía....

—¿Qué? ¡No puedo creerlo! ¿Estás así de enamorada de ella o sólo crees estarlo?—Le escupe las palabras en la cara, sin llegar a la violencia, da un paso hacía atrás.— Yo me voy de aquí, no quiero verte como te vuelves un estúpido.

Liam y Louis nos miran en silencio, pero luego Liam, mi padrino, sigue a Zayn sin decir nada.

—Esperó que algún día admitas que tienes miedo de decirle a Megan que estas enamorado de ella.—Nos toma por sorpresa aquello, pues él silencio se vuelve aún más pesado y nadie lo puede soportar. O al menos yo no.

"Quiero irme, quiero irme" repito en mi cabeza un centenar de veces pero nada sucede. Lucía no esta, ha desaparecido así tal como ha aparecido aquella mañana. Maldigo todo lo que puedo, maldigo a mi padre, a mi madre y al mundo entero. Tal vez yo no era la indicada para hacer esta maldita misión. Yo solo vine arruinarlo todo por que nunca supe hacer bien las cosas. ¿Saben qué? ¡A la mierda!

Bajo las escaleras del pórtico hacia la calle, no me detengo cuando paso por un lado de Thomas que se ha quedado estupefacto.

—¿A dónde vas? ¿Simplemente hablas mal de mi y ya está?—Dice a mis espaldas, desesperado por que lo ignoro.— ¡Jasmine! ¡Regresa aquí, maldita sea!

Doy media vuelta, regreso y simplemente no puedo evitar soltar una cachetada. "Esa es por la vez que faltaste a mi cumpleaños por preferir llevar de crucero a tu jodida esposa" pienso con odio. Me siento mal al instante, Megan avanza hacia nosotros con paso apresurado y se pone entre nosotros.

—Basta, por favor, todo esto es mi culpa.—Dice, con la mirada agachada. Se me parte el corazón, trató de arreglarlo lo más rápido que puedo.

—No es tu culpa, Megan, es culpa de este tipo.— Lo miro, pero ahora sus ojos tienen algo de culpa, no obstante la rabia aún está acumulada en mi.—...Que no tiene el valor suficiente para decidir entre lo bueno y lo malo. —Regreso a mi camino hacía la nada y puedo escuchar a mi tía gritar mi nombre a mis espaldas.

¿A quién engaño? Después de esto, nadie de aquí será nada mío. Todo esto terminara. Arruiné la amistad de mi papá con sus amigos y la posible relación entre Megan y él. ¿Ahora qué demonios haré? Camino por la oscuridad, tratando de llegar a un lugar solo para poder ver si me puedo contactar con Lucía. Soy un fracaso. Nunca me debieron elegir a mi, maldición. Lo arruiné todo.

Llego a un parque, está vacío y el aire mueve los columpios. Me siento en uno de ellos, mirando hacía arriba, la noche es calurosa, el cielo está completamente despejado y raramente no hay estrellas. Es un cielo neutro. Triste.