Mía - Gaara Y Tu Lemon -One Shot

Capítulo 10: Pequeños descansos +18

Tan frío, en la aldea de la arena a cierto parecer a algunas personas el kazekague podría parecer frío, una persona muy poco sentimental y cerrada y todas esas cosas, sin embargo quien se imaginaria que aquel chico de 21 años estuviera siendo tan cruel contigo, lo amabas estaba mas que claro pero a veces el simplente se pasaba, sonreía de forma divertida mientras que con su arena te sostenía para que no te escaparas, besaba todo tu cuello dejando marcas muy notorias tanto tiempo trabajando lo hacía sentirce muy estresado, queria pasar todo el tiempo que pudiese contigo, pero solo por las noches se veian y el aprobechaba al maximo esas pequeñas horas de descanso a tú lado, o almenos para el era descanso ya que tu nunca descansabas en toda la noche, una y otra vez te besaba y decia cuanto te amaba, por una semana te dío terror que el se cansara de tí, de tu cuerpo, todas las noches haciendo el amor, sintiendo el orgasmo que siempre deceaba derramar adentro de tí, solías desmayar aveces, tu cuerpo no soportaba tanto, podrías soportar grande peleas de cuerpo a cuerpo, pero simplemente no podías con tu novío, parecía realmente insasiable, nunca dejaba en paz tus labios y si los hacía era por que estaba entretenido en otra parte de tú cuerpo, solias preguntarte como aquel chico con el te que habían hobligado a casarte fuera asi, pensaste que nunca lo amarias, el pensó igual, pero luego de poco se enamoraron, no fue el "amor a primera vista", claro que no, no se llevaban bien pero tampoco mal, despues de algun tiempo de conocerce en gaara surgío la atracción física hacía tí, luego tambien te pasó lo mismo con el, comensaron con besoz y luego terminaron en sexo, o almenos pensaban que era eso, pero no, se habían enamorado, les costó darse cuenta que sin el uno y el otro no podrían vivir, las noches siempre eran agitadas a su lado, era romantico y tierno, pero tambien rudo y poco gentil, no te quejabas a no ser que sea por el dolor de espalda que se quedaba por semanas, aveces terminabas con dolor en tus partes intimas, y a quien no le pasaría con semenjante pack que tenía tu adorable esposo, con rapidez y constancia hacía estremecerte aún más.

Les gustaría algo más fuerte, este capítulo lo encontré por sí en mis borradores, lo escribí hace mucho tiempo ya, en fin espero que les haya gustado, no olviden votar y dejar su votito sin más nos leemos luego, bye!