Mía - Gaara Y Tu Lemon -One Shot

Capítulo 25 Nuevo

- S-suave~.. - Me mordí los labios sintiendo sus dedos penetrarme con rapidez, el ambiente era algo frío pero no demaciado, sin embargo estábamos cubiertos por un edredón inmenso de color blanco - Ah~... -.

Luego de al rededor de cinco minutos fue inevitable reemplazar sus dedos por su miembro, mis piernas se encontraban al rededor de su cadera mientras el adentraba su pene una y otra vez en mi húmeda y apretada vagina, ambos estamos tan agitados y sumergidos en nuestro propio placer que no nos importaba siquiera todo el ruido y escándalo que quizas estábamos haciendo.

- S-Suav-ve~.. - Mis ojos aguados por lagrimas de placer siguieron sus labios los cuales estaban al rededor de mis pezones apresandolos, sentía mi temperatura corporal muy elevada, seguro estaba echa un desastre en este preciso momento - ..Mnm~..usf~.. -.

Sus labios subieron a los míos y mí lengua jugó con la suya como si mí vida dependiera de ello, mis uñas eran cortas pero aún asi sabía que estaba dejando algún que otro pequeño rasguño por su ancha y pálida espalda, al estar sobre mí era fácil para él embestirme como un salvaje y yo, al estar debajo de él era fácil para mí gemir como una prostituta o quizás una gata en celo.

Pasamos unos pocos minutos más en la misma posición hasta que finalmente fui yo la que estuve sobre él, moviéndome rápido por lo desesperada que estaba. Mis pechos redondos estaban muy sensibles al igual que todo mi cuerpo sin embargo, él estaba empecinado en tocarlos y apretarlos, le encantaba jugar con ellos estirándolos suavemente mientras me miraba fijamente a los ojos.

- Ah~G-gaara~.. Ah~...- Mi ceño estaba levemente fruncido, estaba casi llegando a mi limite al igual que él, quién con sus manos en mis caderas ayudándome a moverme y sus pequeños gruñidos y gemidos hizo que llegáramos al orgasmo más rápido, tuve un pequeño Squirt sobre su miembro al sentir su cálida semilla llenar mi interior, caí rendida gimiendo aún y jadeando por la gran ola de placer.

Lo miré y al igual que yo estaba satisfecho, aunque había aún un pequeño destello en sus ojos indicándome qué si me acostaba de lado y alzaba apenas mi pierna de arriba seguiría follandome hasta llegar a la meta nuevamente.

Yo le sonreí coqueta, lo besé y seguimos jugando como si no tuviéramos otra preocupación más que solo liberar endorfinas mientras llevavamos a cabo nuestro encuentro casual íntimode esposos. Al día siguiente desperté de muy buen humor, como si mis cinco horas en la peluquería no se hubiera ido directamente a la basura por unas pocas horas de placer, mi alisado con pequeños rulos en las puntas ahora parecía un nido de pájaros pero sin duda, lo valía.

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11- 07- 2024

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