Capítulo 5

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- Ahh~ ah...gaara~se.. s-siente bien~.. - Pronunció apenas mí esposa mientras la penetraba de espaldas recostandola por las paredes del baño de la casa de mis adorables suegros (los odio). Sí, que se note el sarcasmo por favor.

- ¿Qué demonios se cree esa gente?..eres m-mí esposa~ - Estaba lleno de ira, quizás ella no tenía la culpa pero ahora me estaba desquitando muy bien con su cuerpo como para darle la razón a ese pesamiento.

¿Ya dije que estaba molesto?, follarla como un desquiciado es lo único que calma mis ganas de mandar a la mierda a toda su maldita familia, solo por ella lo tolero todo lo que vengo. Se que hicieron esto para alejarme o alejarla de mi lado, pero no les dare la satisfacción.

- Eres y siempre seras mía - Mi voz estaba ronca - Por desgracia para ellos no existe ni tampoco existirá algo o alguien capaz de separarnos - Mi mano apretó su pecho - No tienen el derecho de hacerlo, mucho menos tú tienes derecho a siquiera pensar estar en los brazos de otro, ¿Comprendes? - Al terminar de susurrar en su oído lamí parte de su oreja y luego baje a marcar su cuello.

- Ay~si..Dios~más..m-más r-rapido~... - Se escuchaba exitada y complacida. Por alguna razón sentía como todo mi mal humor se iba esfumando mientras la penetraba, me encontraba muy a gusto entrando y saliendo de su interior así que no me detendría.

Sus pechos se veían necesitados  con mis manos los volví a apretar, se me entojó arrimarla más contra la pared así que lo hice. La acomodé sin dejar de follarla, una mano la bajé a su lindo y sensible clitoris masajeandolo de forma suave y delicada.

Tuvo un pequeño squirt por el cual su jugo de amor se escurrio por mis manos y piernas, mojó el pizo e incluso mi miembro más de lo que ya estaba.

- AH~ MMNmnnm~Ah~Ah~ahmm~.. - Por poco y se demayaba entre mis brazos, cada vez se ponía mas humeda al punto de volvernos locos, sintiéndose fenomenal.

No usé condones, lo hice apropósito -E-eres mi mujer~ Dios~ Mía~ Eres Mía T/N~..me perteneces~.. - Ella estaba en una especie de delirio, sus ojos y mejillas llenos de lágrimas y su boca abierta de la cual se escurría algo de saliva el cual gustoso yo luego iba a lamer.

Y pensar que si se la llevaban al centro comercial no tendría esta bella obra de arte entre mis brazos. Primero me molesté, segundo lo asimile y tercero busqué una solución para calmarme y arreglar nuestra situación lo cual estaba logrando ahora.

De tanto placer mi mujer no podía formular ni una sola palabra, se disponía a gemir y soltaba sus jugos cada dos a tres estocadas - Ahh~ahh~ n-noo~ah no.. - Quería que me detuviese pero no lo haría, apenas la solte y la di vuelta rapido, subí sus piernas a mi cadera. Estaba tan estrecha, no paraba de tocarle el pecho al igual que pelliscarlo, dejar marcas en su cuerpo, siempre me solía contener pero ya no podía, no lo haría.

De cierta forma me sentía enfadado hasta con ella, soy su esposo pero se que su familia no me quiere, siempre intentan algo para separarnos lo cual no logran sin embargo, me enoja.Mi meta es clara, embarazarla. No van a lograr que la deje y aunque pasé no me voy a quitar tan facil de sus caminos, ella es mía, me pertenece a mí, es solo mía y siempre lo será.

- Yaah~..mm~g-gaara~ahh~..- Me abrazaba por el cuello con sus finos brazos sin fuerzas, su espalda esta pegada por la pared o mas bien choca por ella, la mire bien y no lo soporté, llegue al orgasmo sin más. Sentí como si  me hubiera sacado un peso de ensima, sentí la misma gloria como si hubiera sido la primera vez.

Últimamente no podíamos tener relaciones sexuales debido al lugar en el que nos encontrábamos pero eso en este preciso momento se acabó, normalmente teníamos que darnos besos y caricias a escondidas como si fuéramos dos jóvenes lo cual siempre me hacía enojar.

Aprobechando que caímos al piso la coloque aún con la espalda en el piso abriendo sus piernas para ponerme en medio y colocando sus pies mis hombros besándola dulcemente en los labios para nuevamente introducir mi miembro en su sensible vagina. Quizás estabamos haciendo un verdadero desastre en el baño pero era tan placentero que no me importó, lo unico que se escuchaba por todas partes en aquel baño eran los preciosos gemidos de mi princesa y los gruñidos que yo dejaba salir.

Me imaginaba llegando a su familia, a su madre, pradre y al inutil que trajeron para quitarme a mi pequeña para que escuchando sus gemidos y todos los sonidos que habían se dieran cuenta de que no podrían conmigo, que quizás para sus desgracias ella me pertenecía.

- AAHHHH~ G-Gaarah~! AH~.. - Parecia sedada, totalmente dopada, sus ojos se estaban a nada de cerrarse, me agarro del cuello y me besó, la volví a juntar con mi cuerpo.

Después de todo seguiamos desnudos en el piso de aquel baño y seguimos teniendo sexo desenfrenado por unos minutos más. Desnudos, sin ropa, haciendo el amor, ella estaba hagarrando mi pene y lo ponía abajo de su vajina mirandolo mientras se auto penetraba sola y gemía mi nombre, se notaba sensible por que gemía como loca y apenas respiraba.

- N-no~ ahh~ahh~...mmn~ n-no v-voy a p-parar~... - Ya estaba decidido a pararla por que estaba igual que ella, me sentía cansado y demaciado estimulado como para seguir, no tenía idea de cuantas veces me vine en ella, solo sabía que estaba llena de leche.

Tomo mi mano haciendo que la tocara, se corrió una dos veces más hasta que cayó rendida entre mis brazos con una sonrisa de total satisfacción - T-te amo - Poco a poco quedó dormida, acaricie su cabello aún con mi pene dentro suyo, por lo que me mobí y lo saqué de ahí - Mmm~gaara..no quiero~..-lo..quiero dentro - Aún con los ojos cerrados y ceño fruncido se veía sexi en esa posición.

La cargue en mis brazos y la lleve a la cama - Espera - Pronuncio apenadome a sus labios justo cuando volveria al sanitario para limpiar nuestro desastre, me besó dulce y suavemente para luego sonreirme notablemente cansada una vez nos separamos.

Con una sonrisa boba de enamorado me coloque unos pantalones y una remera para luego ir a arreglar todo el desastre. Tan pronto lo hice regresé y me quité mi ropa quedando solo en boxers, noté que estaba echa bolita a un lado de la cama, me acosté a su lado sin importarme que sus familiares pagarían e grito al cielo por encontrar a su princesa en la cama desnuda con su esposo abrazándola. Suspiré feliz quedando dormido con una pequeña sonrisa de lado recordando que tenía mis marcas por todo su cuerpo y pronto  crecería un pequeño retoño en su vientre.

Debo reconocer que no soy digno de ella aunque, sin duda soy egoista y no dejare que sus padres ni nadie me separen de mi dulce esposa.


1207 palabras.

Capítulo reescrito y publicado nuevamente 13-07-2024

Mía - Gaara Y Tu Lemon -One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora