Capítulo 33.

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Maratón 9/10.

El funeral de Daniel fue un par de días después de su muerte. Chaeyoung sujetó la mano de su novia fuertemente durante toda la ceremonia, y ella jamás la soltó.

Asistió a la ceremonia un montón de gente que se consideraba amiga de Daniel, pero la cual no le había visto en bastante tiempo. Todos intentaban darles consuelo a los padres de Daniel con palabras vacías y copiadas de viejos libros, las cuáles Chaeyoung sabía no iban a funcionar. Jihyo, sin embargo, no era consolada por nadie. Ella parecía alejarlos en cuánto se acercaban. Tal vez era lo mejor en aquellos momentos.

Cuándo todo término Chaeyoung vio a su amiga acercarse a Mina y ella, sus ojos cristalizados y sus mejillas humedecidas. No era el mejor de sus días, y Chaeyoung tampoco había esperado que lo fuese.

Era extraño observar como la hermosa y sonriente novia que había visto un par de días atrás se había convertido en un ser tan triste y desolado, sobre todo para Chaeyoung.

Jihyo: ¿Puedes quedarte conmigo hoy en mi departamento, Son? No creo poder soportar otra noche durmiendo sola -Suplicó con voz quebrada, una lágrima escapando por uno de sus ojos.

La chica de ojos chocolate no lo pensó más de dos segundos.

Chaeyoung: Está bien... Yo sólo le preguntaré a mi mamá -Contestó-. ¿Puedes quedarte con Jihyo mientras la llamo, Minari? -Pidió mirando a su novia, que también parecía conmovida.

La chica de los lunares asintió lentamente. Chaeyoung la abrazó fuertemente y deposito un tierno beso en sus labios antes de irse.

Tal vez no era el momento adecuado para sonreír, pero si algo había aprendido de la muerte de Daniel era que la vida era muy corta, así que lo hizo de todas formas.

***

Su madre lo permitió, pero aun así debía ir a su casa para buscar sus múltiples medicinas y algo de ropa para dormir, pues la de Jihyo era un poco grande para ella, porque, hay que admitirlo, la chica tiene un cuerpo espectacular y Chaeyoung era muy pequeña. (Ay que cuidarla, ta chikita)

Cuándo regresó a donde estaban su mejor amiga y su novia sintió un profundo dolor en su corazón trasplantado y rechazado.

Jihyo estaba abrazando a Mina, llorando sobre su hombro, como si en cualquier momento fuese a derrumbarse.

***

En cuánto entró no pudo evitar sentirse atrapada y ligeramente ahogada. El lugar era realmente estrecho, aun para ella, y el saber que debería dormir en aquel pequeño sofá en medio de aquella aún más pequeña sala no la reconfortaba. Habría corrido tanto como sus pies lo permitieran si no hubiese sabido que su mejor amiga la necesitaba.

Se colocó un short de pijama con pequeños tigres bebé estampados, una camiseta vieja de Justin Bieber y calcetines hasta las rodillas rotos y agujereados, las tres temáticas no encajando. Jihyo solo se había colocado su ropa interior roja, Chaeyoung no discutiendo sobre esto.

Chaeyoung: ¿Te molesta si hago algunos crucigramas? No estoy acostumbrada a no dormir en mi cama y los crucigramas mantienen mi cerebro ocupado.

Jihyo: Está bien, Son... Yo voy a -Miró a todos lados del pequeño departamento, sus ojos quedándose fijos en la cocina-... Cocinaré algo -Susurró. Si Chaeyoung no hubiese estado tan concentrada en las primeras preguntas de su crucigrama se habría dado cuenta de que la chica tenía la voz quebrada y lágrimas habían comenzado a resbalar por sus mejillas.

Pero Chaeyoung estaba demasiado ocupada encontrando la respuesta de la tercera pregunta en vertical como para notarlo.

***

La Chica De La Ventana (Michaeng adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora