Narrado en tercera persona
Renée estaba muy nerviosa por lo que estaba a punto de contarle a su hija, ella junto con toda su familia y la familia Cullen le habían guardado ese secreto por meses, pero ya era hora de decirlo.
Ya era hora de decirle lo que le estaba sucediendo a su amigo, porque al fin y al cabo tendrían que decirle y mejor temprano que tarde.
Su madre no pensaba esperar más tiempo para contarle, no quería esperar que algo peor le sucediera a Edward y Bella fuera ajena de todo, porque entonces todo sería mucho más difícil de asimilar.
Todos, cuando supieron la mala noticia decidieron que lo mejor sería no decirle a Bella, al menos no en ese momento, de lo cual hasta Edward estuvo de acuerdo.
Bella es una una niña bastante madura para su edad, eso no se lo podía negar nadie, pero aún así, seguía siendo apenas una niña de diez años y aún sus conocimientos no eran amplios, nadie sabía como ella iba a reaccionar ante ese acontecimiento tan desdichado y a eso era lo que siempre habían temido desde un principio.
Pero el momento había llegado, algo para lo que nadie se había preparado, pero sabían en el algún momento esta situación llegaría, y tenían que ponerle frente aunque fuera algo sumamente complicado y difícil de contar.
Renée tenía miedo, miedo por la reacción que podía tener su hija, pero aún así, se armó de todo el valor que todo su cuerpo poseía y miró a los ojos a su hija para contarle absolutamente todo.
- Hija, hace unos meses Edward se puso muy mal en su casa - comenzó a contar Renée, Bella se encontraba muy atenta a las palabras de su madre, como si su vida dependiera de ello - lo llevaron al hospital, donde Carlisle lo atendió, Edward se estaba quejando de dolor fuerte en su estómago y tenía varios síntomas - Bella estaba recapitulando en sus pensamientos algunos de los meses pasados y llegó a su mente una semana, la cual fue muy irregular y ella nunca supo el porqué.
- ¿Fue esa semana donde no pude ver a Edward, porque según Esme estaba con tos y fiebre fuerte? - preguntó Bella a su madre, acordándose de aquel acontecimiento que nunca le llegó a convencer esa poca explicación que le dieron.
Renée se sorprendió por la gran memoria que su hija poseía y en los detalles en los que ella se fijaba, que aunque extraños, eran vitales para comprender todo lo que sucedía.
- Sí - le confirmó su madre - ese mismo día Carlisle ordenó que le hicieron varios estudios a Edward para ver que era lo que realmente tenía. Pasaron dos días de incertidumbre y dolencias para Edward, puesto que tenían que esperar los resultados antes de recetar algo para sus síntomas - Renée le continuó relatando a su hija.
- Pero.. ¿Por qué no me dijeron lo que pasaba desde un principio? - Bella no pudo evitar preguntar antes de que su madre le contara exactamente lo que le pasaba a su mejor amigo.
Ella pensaba que no había una justificación lógica para que le ocultaran tal cosa, pero aún así quería escuchar explicaciones y motivos.
- No pensamos que fuera lo correcto, al menos no en ese momento - le contestó sinceramente su madre mirándola a los ojos, dándole a Bella una excusa al menos razonable.
Ascintió con la cabeza para que prosiguiera con su relato.
- Bella... - su madre estaba muy nerviosa por las palabras que estaban a punto de salir de sus labios - a Edward lo diagnosticaron con cáncer gástrico - palabras que ciertamente eran devastadoras para todos.
Bella al escuchar esas palabras sintió una opresión en su pecho, muy parecida a cuando exprimen una fruta cuando quieren sacar el jugo de su ser.
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Un deseo de navidad - Fanfic Twilight
Kort verhaalMiniFic de navidad utilizando los nombres de los personajes de la gran obra de Stephenie Meyer, como también un poco de sus carácterísticas. Trama e historia completamente mía. Por lo tanto queda prohibida su reproducción.