Saber que mi relación con Lake ya no iba a ser la misma me hacía sentir aún peor. Yo ya me había acostumbrado a su malas costumbres, a sus críticas destructivas, sus correcciones sin educación, sus chistes cliché y todo éso, pero dentro de mi corazón había algo más; ¡Rencor! tanto que no pude consolidar el sueño recordando ésas palabras que me dijo bajo la niebla de la noche. Lo único que logré fue un dolor de cabeza intenso y a la misma vez sentirme más abatida. «Pero, ¿Cómo le explicaría a mi madre que no iría a la secundaria?» Realmente no tenía las fuerzas, pero salieron. Con lentitud tomé la mochila que ya estaba acostumbrada a llevar todos los días a clases ,salí por la puerta y en unos minutos me encontré en el lugar de siempre con las mismas personas que mis ojos ya estaban obligados a seguir Viendo. Todo se veía como había empezado, y quizás así iba a terminar.
—¡Alice! —Lo que siempre solía pasar; Eva, con su tierno saludo se asió de mí y abrazó levemente mi cuello. —¿Por qué no fuiste a la fiesta?
—¿Eh? ¿Cuál fies...ta? —Fingiendo confusión la miré desde mi baja estatura, recibiendo de parte suyo un disgusto. Lo único que anhelaba era no mencionar si quiera la palabra festiva, pero ya era tarde.
—Dime que estás bromeando. ¿No te acuerdas de la fiesta de Lucas?
Una carcajada nerviosa salió de mis labios. Ni siquiera sé cómo logré hacerlo, y quizás por eso se me rompió todo por dentro. Tal vez si me recordaba, pero me daba vergüenza recordar lo que sucedió después, y además tampoco quería compartirle los detalles. Así que rápido empecé a caminar limitando seguir la conversación.
—¿Qué horario nos tocará hoy? —Dando unos pasos mientras la miraba caminar detrás de mí evadí el tema.
—Me estás evadiendo el tema. —Acentuó en el punto. Al decir éso reí nuevamente. {pensé que era más tonta}
—Es que... —Intentando abrir mis labios para contarle una falsa Historia, fui detenida por un golpe en mi frente.
«Siempre a mí, todo yo»
—Lake... —Un sonido nervioso salió de mis labios acompañado de un sonrojo en mis mejillas. Mi respiración permaneció detenida durante ése instante. No supe apreciar lo que sentí al instante. Amor no era... Tampoco alegría, pero Irónico era negar que seguía sintiendo el mismo sentir de estar a su lado. ¡Porqué no podía ignorarlo como él lo hizo! —Ten mas cuidado...
Me hiciste daño. —Lo miré a los ojos permaneciendo seria.⟨¡F por mí, por no poder superarlo! ⟩
—¿En serio? ¿A dónde? —Él con la misma seriedad que solía verlo anteriormente solo giró sus fríos ojos azules, penetrando la intensidad que en ellos había dentro de los míos, que solo estaban dibujados en mi rostro para identificar que era Humana. La emoción se me había ido. Al no saber qué responder, solo tomé la mano de Eva que estaba en silencio y nos dirigimos al aula donde el silencio era el dueño, el frío su compañero y el aburrimiento su confort. Pero era justamente el refigerio que necesitaba un corazón roto para curarse y llenarse de calidez de nuevo.
Hubo un silencio en el aula y ella lo rompió.—Nos veremos luego. —Eva anunció alejándose de la puerta dejandome ver su linda sonrisa de colgate. —Pero no creas que he olvidado el tema de la fiesta. Reí sin sentido alguno.
—Claro luego hablaremos. —Con esto la dejé conforme sabiendo dentro de mi mente que no le contaría nada de lo acontecido. —Cuídate. Desapareciendo del salón quedé completamente sola durante unos segundos, por lo que dejé caer la cabeza sobre la mesa pensando en todo:¿Por qué me duele tanto si se supone que ya me había acostumbrado? ¿Por qué actúa de una manera aquí y en la calle es diferente?
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El Monstruo Eras Tú{Mejorada}
Novela JuvenilÉl sólo fue un chico roto más que se ahogó en su propia amargura. Ella lo amó, pero también lo odió.