¿Cómo debes proceder cuando lo que creías tuyo de repente no lo es?
¿Qué tanto tienes que ceder para recuperar?
¿Hasta qué punto tienes que llegar para decir: "es suficiente"?
Izuku Midoriya tiene todo lo que alguna vez anhelo, un buen empleo, amig...
Apegó es una obra original de Hobibuba cualquier reproducción total o parcial de la obra sin la autorización explícita de la autora incurre en un delito.
Está es una adaptación de la misma autorizada por la escritora para el fandom de BNHA.
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E P Í L O G O
La primavera estaba llegando cuando ingresó a la cafetería con una expresión de cansancio, estornudando contra su bufanda mientras soltaba un quejido bajo.
A pesar de que hubiera sol, se seguía sintiendo un viento helado que obligaba a todas las personas a salir abrigados para no terminar con un resfrío, y él no iba a ser la excepción, porque siempre había tenido la tendencia hereditaria a enfermarse por el clima frío; por otro lado, no podía darse ese lujo porque tenía que seguir trabajando, no le gustaba dejar sus cosas tiradas por algo tan mínimo como un resfriado.
Odiaba esos primeros días de primavera, cuando esos días eran una mezcla de calor y frío imposibles de combatir.
— ¿Qué va a querer, señor? —preguntó la cajera.
—Un americano sin azúcar para llevar —pidió extendiendo los billetes para pagar.
— Lo llamaremos cuando esté listo, ¿cuál es su nombre?
— Bakugo Katsuki.
La chica asintió y Katsuki caminó para sentarse en la barra, mirando por el ventanal hacia la calle.
El día anterior, Neito le había enviado un mensaje diciéndole que ya no podía seguir en una relación con él, así que Katsuki volvía a estar, "oficialmente", soltero, aunque si era honesto con todo el mundo, tampoco es como si hubiera tenido una relación profunda luego de su fallido matrimonio, cinco años atrás.
Cinco años desde la última vez que vio a Izuku, llorando en la puerta, cerrándola para luego sólo existir el silencio.
Una vez Izuku se marchó, Katsuki terminó su relación con Eijiro, que le miró con una frialdad enorme y desprecio en sus ojos, pero a Katsuki no podía importarle menos, no cuando se sentía perdido y vacío por dentro, como si algo no estuviera bien a su alrededor.
Había vivido por más de trece años con la presencia constante de Izuku a su lado, ya fuera como amigo, novio o esposo, y las cosas sin él se sentían extrañas, dolorosas, pero por sobre todo, desconocidas.
Luego de eso no tardó en ir a la oficina del gerente de la empresa, presentando su carta de renuncia para luego vender el departamento en donde había vivido con Izuku por diez años, mudándose a un lugar mucho más pequeño, con una cama individual donde no sintiera esa constante soledad que le había invadido los últimos días desde que Izuku se marchó sin mirar atrás, siendo contratado semanas después en una pequeña empresa mobiliaria, donde nadie le conocía ni juzgaría.