[Parte 3.1]:
Suceso nocturno 1.
La tienda de Bell Cranell, parte 1.
– Cuando la puerta se abrió con un chirrido, una joven chica salió con un pequeño trapo en sus manos.
"¿Quién eres?". – Pregunto la chica. Sus coletas cayendo mientras su cabeza se ladeaba.
"Eeeeeh... – Me-Me contaron sobre este lugar".
"Lo siento, está cerrado".
"Pero, señorita".
– La chica frunció el ceño. – "Soy una diosa, pequeña elfo".
"Lo siento". – Cruzando miradas, Lefiya volvió a dirigirse a la pequeña diosa.
"¿Abrirá mañana?".
"No lo sé".
¿Eh? ¿Qué pasa con esta diosa? – Lefiya no pudo evitar pensarlo cuando la diosa respondía despreocupadamente. Con un semblante de impaciencia ella volvió a preguntar. –
'¿Acaso usted no es la dueña?'.
'¿Dueña?'. – La diosa miro aterradoramente. – "El niño de mi familia es el dueño, y me ah dejado limpiando todo el día". Es decir, ¿porque no lo hace él? Se la pasa desapareciendo todo el tiempo y dejando desordenado todo el lugar. – La diosa parecía a verse olvidado de Lefiya y empezó a quejarse. –
"Haciendo planes por si solo, y desapareciendo mientras tengo que ordenar, y sacudir".
"E... Discul..." – Y aun no eh terminado. – Asustado. – Dejándome una roca gigante. Llevo todo el día tratando de moverla, y aun no eh podido ni sacarla de la sala. – Se revolvió la cabeza. – La diosa claramente enfurecida agacho los hombros.
"Es un... ma-ma-Malcriado".
– Con una gota de esencia de su anterior enojo, ella dijo eso, y dejo de hablar un poco después. –
"¿Dijo algo de una roca gigante?" – Lefiya le pregunto a la diosa, acercando un poco su mano para que ella lo notara. – La diosa tomo acciones evasivas, y luego giro sus coletas golpeando dos veces en la cara de Lefiya –
"Ouch!"
Lefiya se tocó la nariz. – "¿Es que todos se la van contra mi nariz?" –
– Grito. – "¿Por qué hiciste eso?" –
"Sentí peligro". – La diosa respondió informalmente, con una pose de pelea muy extraña. –
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[Parte 3.2]:
Suceso nocturno 1.
La tienda de Bell Cranell, parte 2.
"Por dios!" – Lefiya estaba molesto mientras regresaba a su sede. La joven diosa de las coletas llamada Hestia le cerro la puerta luego de varios intentos de saber cuándo abriría la tienda, y ni siquiera Lefiya había conseguido información sobre esa piedra gigante. –
"Piedra Gigante".
– En la cabeza de Lefiya, un chico con cabello blanco llevando un cristal muy grande se superponía sobre las palabras de la diosa. Luego de un rato tocando su frente con la punta de sus dedos mientras pensaba, Lefiya recordó otras cosas. –
– El chico siempre estaba en búsqueda de cosas raras. No solo esa piedra gigante... no solo esos cuernos del minotauro. – Lefiya giro en su sitio dos o tres veces antes de recordar otra cosa. – Saltando frenéticamente mientras recordaba un día en el que ella fue a comer Carne, Lefiya soltó lo que tenia en la mente. –
"¿Acaso es un Recolector?"
– En contraste con su nueva suposición, las palabras de una diosa se repitieron. –
"El niño de mi familia es el dueño".
– Lefiya no había pedido una descripción de la persona que era el dueño, pero...
"¿Quién más podría ser?".
Una roca gigante dentro de un establecimiento que era una tienda, y un chico que era el dueño. Con un 90% de seguridad, el elfo puso la cara del chico como el dueño de esa tienda.
"Si, no hay otra explicación".
Aunque también existía la posibilidad de que él sea alguna clase de busca tesoros, y luego vendió sus artículos raros – Como él lo solía llamar – a precios altos.
"Él es el dueño de una tienda, ¡eh!".
Cuando Lefiya parecía estar convencida de sus deducciones, de repente ella se levanto de la cama en la que se había echado. Al instante siguiente, ella volvió a cuestionarse.
"¿No es malo para una tienda no abrir constantemente?"
– Si una tienda se mantiene cerrada demasiado tiempo, puede perder fondos, sus compradores, así como otras cosas. –
"Entonces, ¿Por qué la tienda se mantiene cerrada tan constantemente?"
– Lefiya pensó, pensó, y pensó; sin embargo, no llego a ninguna conclusión. Luego de un tiempo, pensó en otra cosa. – "Podría encontrarse con el chico y preguntarle a el mismo". – Aunque no sabía si era afortunada, o su infortunio que se encontrara tanto con él, estas últimas semanas, Lefiya creía que estaría bien si se encontraba con él. Quería entrar a esa tienda, y saber qué cosas había dentro. –
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[Parte 3.3]:
Suceso nocturno 1.
La tienda de Bell Cranell, parte 3.
Lefiya estaba caminando por la ciudad. Había estado caminando durante mucho tiempo por cualquier lado de la ciudad donde pensaba que vendían cosas raras o extrañas, para encontrar al chico. Sin embargo, no había rastros de él. Ella no solía buscarlo, pero ocasionalmente se encontraba con él. Esperó que esta vez pudiera ser igual, pero no.
*Susurro* – "¿En dónde te has metido?" –
"¿Lefiya?" – Ella escucho su nombre. Giro hacia atrás cuando estaba dentro de una tienda de brebajes. –
"Leidy Rivéria!!" – Volteándose un poco sorprendida, Lefiya saludo. –
"¿Qué haces por aquí Lefiya?"
"Eeeeeeh... Yo... y..." – Ella estaba preocupada por decirle que estaba buscando a un hombre. –
Lefiya levanto la cabeza repentinamente y – "Buscando cosas raras". –
"¿Que?" – Tan pronto como Rivéria escucho su respuesta, su semblante de paz siempre serena cambio a un poquito de asombro.
('-') -> ('¬')
"¿Cosas raras? ¿Por qué y estáis buscando algo cómo eso?".
"Pues... es porque creo que me puede ayudar a encontrar a una persona".
– ...
"¿Un amigo tuyo?"
"Uh. Algo así, supongo".
– Rivéria se puso un dedo en el mentón. – "Hace un rato escuche a alguien decir algo sobre una muestra de artefactos mágicos. Creo que era cerca de la sede de la familia Ganesha".
"¿Muestra de artefactos mágicos, cerca de la sede de la familia Ganesha?".
"¿Quieres que te acompañe allí?"
"No, Pero gracias, Leidy Rivéria". – Lefiya agradeció, y empezó a caminar con paso ligeramente rápido. –
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Corazón, no te enamores.
FanficUn dia conoci a un idiota. Era tanto que jamas me noto. Era tan idiota que me hacia querer golpearlo. Pero, mas idiota era yo por querer acercarme a el.