Corazón, no te enamores.

Capítulo 5. Cara a Cara.

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Al día siguiente, Lefiya prácticamente apareció en la mañana en la tienda. Era muy de mañana y ni siquiera el gallo se había levantado.

Al frente suyo estaba la puerta de la tienda, con el cartel a un lado pegado que decía: ["Flama' blanca"].

Lefiya estaba en a solo un par de metros con una expresión seria frente, para cualquiera que saliera de ahí en cualquier momento. Y de repente, la perilla empezó a moverse. Una bolsa color negro apareció por el contorno de la puerta semi abierta.

* Chirrido. *

De la puerta apareció una pequeña chica de coletas. Con una bolsa grande en mano.

Era la diosa Hestia. Ella estaba bostezando con ojos lagrimosos, igual que una niña pequeña. Sin embargo, cuando estaba cerrando la boca luego de dar un gran bostezo, ella saltó.

"T-T-Tú!".

Uh! – Lefiya estaba un poco sorprendida por la forma de actuar de Hestia. –

"¿Eres alguna clase de acosador o algo así?".

"¿Yo?". "No, no soy nada como eso".

"Apareciéndote así en la puerta tan de temprano..." – La diosa Hestia entrecerró los ojos. –

"Eh, yo no soy acosador, no". – Lefiya prácticamente grito mirando hacia todos lados preocupada porque alguien oyera eso. –

"Una elfa con esos gustos, se que soy hermosa, pero..."

"No, no estoy intentando algo como eso."

– La diosa la miro con mirada despectiva. Luego de eso ella suspiro, y dejo sus acusaciones con los hombros bajándose. –

"Bien". – La diosa cruzo los brazos. – "¿Entonces que estás haciendo aquí?".

– Lefiya se puso firme y le dijo: "Quiero hablar con el dueño de la tienda". –

– La boca de diosa hizo un movimiento de desagrado, al igual que sus ojos. –

"¿Con ese idiota?" – La diosa se cruzó de brazos. Su cadera se ladeo como si estuviera a punto de soltar un montón de cosas como la ultima vez. –

– Lefiya rápidamente se tapó los oídos cuando la diosa empezó a dejar salir todo lo que tenia guardado dentro, y que se lo había chorreado a ella por alguna razón. –

~ blablabla~ bla ~ blablabla~ bla ~ bla ~ bla. –

– ["Creo que ya está terminando".] Lefiya se descubrió las orejas. –

"Y desaparece por toda la noche, y ni siquiera dice a donde se fue, y encima deja un montón de cosas en el mostrador, y ni se molestó en comer la cena que me pidió preparar".

"¿Enserio?".

– La diosa dejo salir un profundo suspiro. – "Si. Ahora debo limpiar todo lo que dejo tendido ayer". – Hestia se voltio hacia la puerta. –

"Bueno al final, no pude saber porque la tienda se mantiene cerrada tanto tiempo".

– Lefiya se volvió sin esperanzas de saberlo hoy. Pero, de repente un cabello blanco apareció. Cargando lo que parecía ser una caja de metales en formas de tuvo y cristales. Todo estaba dentro sobre una caja gigante que cubría toda la vista del chico. –

– Mientras caminaba él estaba tarareando una canción. –

– mmm.... Ummm... mmm..umm.. u... ummm... –

– Lefiya inmediatamente se acercó y lo detuvo. El chico se sorprendió cuando sintió fuerza que se oponía contra la suya, e inmediatamente mostro su cabeza, por un lado. –

"Hola, señorita. ¿Es acaso usted un cliente?".

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