NUESTRA PEQUEÑA DRAGONA [MaloriXqueenVel]

MATERNIDAD O AMOR

-¡No puedo creer que el medico de tu familia haya sido un vampiro!- Le reclamaba molesta Malori a la reina Velverosa.

-Te dije que no bajaras la guardia- Le respondió en defensa, ella se lo habia advertido de entrada.

-¡Lo se! Pero me lo hubieras dicho, el salto directo a mi cuello, si no me hubiera escondido entre tus brazos ya estaría transformada.

Vel se lo imagino, se imagino a la chica humana de ojos purpuras como una vampiro de ojos rojos, orejas puntiagudas y piel pálida, hasta cierto punto no le parecía poco atractiva la cosa pero luego el pensar que la humana (Ahora vampiro si fuera el caso) empezaría a tener delirios de grandeza como todo buen vampiro, se volvería el doble de irritante.

Así que no, prefería a la Malori humana.

-Bueno deja de quejarte, no te paso nada y no fue una visita en vano, nos dieron una poción para controlar tu temperatura corporal en caso de que se eleve mucho y unos consejos. Tu deberías ir a ver a un especialista humano en estos casos también.

Eso era cierto, aquel medico vampiro les habia enseñado a preparar una poción con la que podrían ayudar a Malori a controlar su temperatura corporal, también les habia aconsejado, que si se llegaba a dar el caso de que ciertos impulsos “no humanos” se propagaran en la aventurera, debían dejarla ser.

Lo más probable era que Malori sintiera la repentina necesidad de esconderse en lugares pequeños, oscuros y cálidos para hacer “un nido” También la necesidad de comer mas de lo habitual y que se sintiera dependiente de la presencia de Vel a su lado, cosa que quizás expresaría a través de rabietas y caprichos humanos.

-No me siento dependiente de ti- Soltó Malori orgullosa de si misma.

-Quizás porque siempre has dependido de mi.

-No es tan así- Se sonrojo. -Bueno si un poco, quizás mi vida si se basa en ti pero no he dependido de ti.

Velverosa para en seco su camino, debía hablar de algo importante antes de llegar a la torre.

-Debes parar con eso…

-¿He?- Malori no lograba entenderla.

-Tu vida no puede seguir girando en torno a mi ¿okey? Ahora vamos a ser madres- La tomo de los hombros y los apretó levemente. -Trata de dejarme de lado. 
 
Malori la miro seria ¿Cómo iba a lograrlo? Desde los 7 años estaba enamorada de la reina y habia llegado más lejos de lo que pensó jamás llegar, ahora estaba embarazada y aunque sentía que se habia saltado un paso de su jugada (la boda) estaba feliz, infinitamente feliz, pero ¿Esa felicidad era por su embarazo? O ¿Por qué por fin la reina Vel estaría para siempre a su lado? ¿Estaba usando su embarazo como el encanto que jamás pudo ejercer en su amada? No, ella no eran ese tipo de persona, Malori jamás se quedaría embarazada a conveniencia, no importa que tan obsesionada estuviera con la reina Vel. 

La maga coloco sus manos sobre las de Velverosa y le sonrió tiernamente.

-Lo hare.

Vel le sonrió tiernamente, de esa forma que pocas veces hacia con cualquiera.

-¿Preparamos un nido?- Le propuso la reina pasando sorpresivamente su brazo izquierdo sobre los hombros de la maga y empezando a caminar nuevamente a la torre.

Malori se sonrojo un poco y con valentía tomo la mano que caía en su hombro con la suya, entrelazando sus dedos con los de la reina.

-¿Un… nido de amor?- Bromeo mostrando que seguía siendo la misma tonta humana enamorada de la reina de los demonios.

-Hablo en serio- Con su mano libre estiro fuertemente la mejilla de Malori.

-Pero no he sentido la necesidad de tener o hacer un nido.

Vel dejo su mejilla tranquila. -¿Pero si después quieres hacer uno?

-Pues solo lo hare y ya.

-¿Cómo lo harás, nunca has hecho uno antes, o si?

Malori refunfuño.

-No, los humanos hacemos casas, no nidos.

-Los dragones también vivimos en… mansiones, pero cuando procreamos necesitamos nidos, es como una necesidad de volver a lo básico. 

-¿Mansiones?

-Ya sabes, los dragones necesitamos lujos, en la vieja época vivíamos en castillos abandonados pero llenos de oro.

-Avariciosos.

Vel la miro molesta.

-¡No es nuestra culpa! Es nuestra naturaleza-  Soltó un suspiro resignada. -Ya veras, cuando esa o ese bebé llegue a este mundo, lo veras.

-¿Por qué lo dices?- Pregunto ya estando frente a la puerta principal de la torre, óbviame Vel ya se habia alejado de la maga.

-Porque los dragones nacemos con ese instinto de tomar cosas brillantes y bonitas, si es oro mejor, a los niños dragones se les debe educar estrictamente para que no caigan en la mala costumbre de robar y obsesionarse con las riquezas.

-Wow- Malori la vio desde abajo con los brazos cruzados. -Pero yo me refería ¿Por qué crees que será un dragón?