DISCLAIMER: Los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a Naoko Takeuchi y su obra Sailor Moon, sólo los tomo prestados para crearla.
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- ¿Ya te vas? -preguntó Mina al ver a su amiga preparándose.
- Sí, debo hacer unas diligencias.
De nuevo estaba con ese aire de misterio. Mina no dejaba de observa el ir y venir de Serena, había algo muy diferente en su amiga desde hacía unos días. Al ser bailarinas era lo usual que se alimentaran de forma saludable, sin embargo Serena nunca había sido de ese tipo, se la pasaba comiendo todo aquello que no debía, haciendo alarde de su "fabuloso metabolismo" y su don para tragar y no engordar. Mina pensaba que había un lugar especial en el infierno preparado para ese tipo de personas.
Pero algo en Serena había cambiado. De un momento a otra su amiga empezó a seguir una dieta balanceada, a hacer ejercicios, levantarse temprano pero sobre todo, no se saltaba sus tiempos de comida como lo hacía antes. Era increíble cómo una persona podía cambiar sus hábitos de manera tan radical. Sin embargo, lo que más asombraba a Mina era la actitud de Serena, siempre misteriosa, como si supiera algo más- Tal vez había descubierto que los aliens existían, y por eso todo su cambio.
-¿Puedes cerrar por mí? -preguntó Serena cuando estuvo lista, sacando a Mina de sus alocados pensamientos.
-Sí, no te preocupes.
Serena tomó su bolso, se dio una última mirada al espejo y salió del estudio. Decir que estaba nerviosa era poca cosa. Ya había desperdiciado su primera oportunidad para acercarse a Darien, no podía arriesgarse a fallar una segunda vez. La noche en que Darien y Ami tuvieron su primera cita, esa que cambió su vida para siempre, sucedería nuevamente si ella no lo lograba impedir y todo volvería a ser como antes.
La cafetería que Darien frecuentaba estaba a una cuadras del edificio donde tenía el estudio. Serena imaginó todas las ocasiones en las que quizás ella y Darien se habrían cruzado antes, ignorantes los dos de lo que les deparaba el futuro, mirándose sin mirar realmente. Cuántas veces había lamentado no conocerlo antes y siempre había estado ahí, al alcance de su mano. El destino podía ser cruel a veces.
Pero ahora tenía una nueva oportunidad, y a pesar de creer que conocía a Darien y que sabía cómo él pensaba, el primer intento fallido había significado una gran advertencia, que en esta nueva oportunidad, al Darien al que debía enamorar era muy distinto del que se había enamorado.
Se detuvo a revisar su atuendo en el vidrio del ventanal de la cafetería. Tal como dijo el ángel, ahí estaba su adorable tormento, leyendo una revista y bebiendo café, pero no estaba solo. Serena trató de ver quién era la persona que lo acompañaba, pero desde el lugar donde estaban sentados era difícil distinguirla. Lo que definitivamente no dejaba lugar a dudas era que se trataba de una mujer con la cual era muy cercano, puesto que se notaba que Darien no estaba incómodo con su compañía.
Serena se armó de valor y entró a la cafetería. La campanilla de la puerta sonó, anunciando un nuevo cliente, haciendo que instintivamente Darien volteara hacia la puerta. Ahí estaba ella otra vez, la chica impertinente del tren. Podía reconocerla a pesar de la larga gabardina negra, el sombrero de ala ancha tipo ganster y las gafas oscuras. El pelinegro no pudo contener la sonrisa que se escapó de sus labios, definitivamente aquella chica era algo especial.
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¿Estarás ahí?
FanfictionSerena ha muerto, o al menos eso creía hasta que un extraño hombre se apareció el día de su funeral y le hizo una oferta que no podía rechazar. Ahora ella tiene la oportunidad de volver y cambiar aquello que la mantenía enganchada a este mundo y aqu...