CAPÍTULO 6 Maratón 1/3.-Días de Hospital.

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Me iba despertando cuando de repente siento un terrible dolor de cabeza, en mi brazo y mi pierna izquierda.

Al ir abriendo mis ojos e ir aclarando mi vista noté que estaba en una ambulancia sobre una camilla y que traía puesto una mascarilla para poder respirar, que a mi lado izquierdo estaban dos paramédicos haciendo presión en una gasa sobre mi brazo y otra muy muy grande un poco manchada de sangre sobre mi pierna y que a mi lado derecho estaba Daniela y Hayes sentados, él sosteniéndome la mano mientras tenía la otra sobre su cabeza entre sus piernas.

Le apreté un poco la mano para que me mirara y eso hizo, al hacerlo se le nota en su cara una expresión de tranquilización absoluta.

-Dios mío santo, me sacaste la mier*a del susto________-me dijo llevando su mano a mi mejilla acariciándola con su pulgar mientras que yo hago un intento de risa de su expresión.

-Wow yo esperaba mas bien un "Oh, gracias a Dios que despiertas" o "Al fin, me tenías muy asustado"-le dijo mi hermana con sarcasmo agitando la mano en el aire a lo que el ríe a carcajadas.

Hago el intento de preguntar lo que pasó al haberme desmayado pero en su lugar no saco ni una sola palabra, solo algunos ruidos agudos de mi garganta.

-______ no debes de hablar, te dañarás la garganta, los paramédicos dicen que respiraste tanto humo que pudiste haberte dañado un pulmón.- dijo pero yo traté de hacer movimientos con mi mano libre en forma de pregunta-Oh, ¿quieres saber que pasó?-me preguntó mi hermana rápidamente a lo que yo asentí como pude.

-Te saqué en brazos de la casa, de hecho...me abrasaste y no me querías soltar-me dijo mientras dio una pequeña risa al final.

Madre...Por él estoy a salvo. Por él estoy viva.

Al llegar al hospital me bajaron en la camilla y me llevaron a una habitación con muchos aparatos que checan el pulso y todo eso.

Durante todo el transcurso Hayes no me soltaba la mano ni por orden de los doctores y enfermeras.

Al dejarnos solos después de un análisis y pruebas de como 4 horas, Hayes se sienta sobre la camilla y me peina el pelo detrás de la oreja mientras me mira con ternura haciendo que me arranque una pequeña sonrisa.

-Me gusta mas cuando sonríes-me dijo acariciando mi mejilla sonriendo.

-Deja de ser tan cursi-le dije como pude un poco ronca medio riendo por el comentario que hace que me pusiera roja como tomate y para esconderlo me cubrí con las sábanas de la camilla hasta la cabeza.

-Hey, no te escondas que te ves tierna toda rojita-me dijo tratando de jalarme las sabanas sin ningún resultado-no me obligues a hacerlo...-me dijo mientras se sube a la camilla quedando a horcajadas sobre mi empezándome a hacer cosquillas por todos lados haciendo que me retuerza y me ría casi gritando haciendo que se escuche en todo el hospital y probablemente la cuadra entera.

-¡Y-Ya basta Hayes, que me lastimas! -le dije tirándolo al lado de la camilla, negando con la cabeza divertida, me hago un poco hacia el lado para darle un poco mas de espacio, se mete bajo la sábana y nos tapa hasta sobre la cabeza, yo mientras me volteo dandole la cara.

-Gracias-le dije viéndolo a los ojos con toda sinceridad mientras que él me ve con confusión.

-¿Por qué?-me preguntó pidiendo explicaciones.

-Por haberme sacado o si no hubiera valido un pepino-le dije a lo que el suelta una carcajada.

-No es nada pequeña Panda-me dijo acariciando me el brazo cuidadosamente de que no me lastime.

-¿Pequeña Panda?-le dije con diversión ante tal sobrenombre.

-Si, porque cuando te veo me recuerdas a un pequeño panda tierno, pequeño e indefenso -me explica encogiéndose de hombros- bueno, lo de indefenso no tanto.

Suelto una pequeña risa y me tapo con ambas manos escondiendo mi sonrojamiento.

Pero él las quita y las toma entrelazando mis dedos con los de él.

-Eres tierna cuando te sonrojas, siento que te conozco desde hace mucho mucho tiempo.-me dijo siendo sincero.

Y pienso, *deja de hacerlo que vas a hacer que me desmaye de nuevo*.

Me da un pequeño beso en la nariz y nos quita la sábana de encima.

-Es mejor que llame a los chicos para que vengan y sepan que estás bien-me dijo parándose de la camilla sacando su celular de su pantalón.

-De acuerdo...espera, ¿conoces a mi hermana?-le pregunté extrañada.

-Cuando te desmayaste ella estaba llorando y yo me acerqué a consolarla, luego le pregunté si era tu hermana y ella me dijo que si, después de estar hablando con ella un rato, llegó Nash y se quedó con ella unos momentos, mientras que yo me subía a la ambulancia contigo y justo después ella-explicó Hayes mientras se encogía de hombros.

-Ah ya-dije entendiendo y pensando en que Danny nunca había llorado por mi mas que cuando éramos pequeñas y me abrí la cabeza y...bueno, eso es otra historia.

-Bueno, vuelvo en unos minutos-me dijo alejándose cerrando la puerta detrás de él.
[...]
Minutos después Hayes volvió y se recostó de nuevo en la camilla sujetando mi mano y jugando con mis dedos.

De repente apareció el doctor con una enfermera y Hayes tuvo que bajarse de la camilla para que me checaran.

Después de que me checara la enfermera, el doctor se quedó.

-Bien Srt...¿García?-dijo el doctor leyendo los papeles que tenía en la mano a lo que yo asentí y prosiguió-usted se desmayó por el humo que inhaló, este se introdujo a sus pulmones e hizo que perdiera la conciencia, le recetaré algunos medicamentos para sus heridas del brazo y pierna por el momento pero usted debe de permanecer 2 días mas para observación.-terminó de decir el doctor, después de esto se fue y me quedé con Hayes sola y este se volvió a acomodar en su anterior posición.

-Bueno, me quedaré contigo estos días pero me turnaré con los chicos para que nunca estés sola, aun que...me quedaré aún así-me dijo haciendo un pequeño baile de felicidad a lo que yo reí divertida.

-Pero...no quiero ser molestia para ti.

-Tu nunca lo serías.

Me dice mirándome a los ojos con toda la sinceridad del mundo sonriendo con calidez.

-Tienes que dormir, si no te agotarás-me dijo arropándome y dándome un pequeño beso en la frente.

Se levanta para dirigirse a la puerta, pero lo detengo agarrándolo de la mano.

-No...no me dejes, quédate-le digo medio adormilada por los medicamentos.

-De acuerdo-me dijo subiéndose de nuevo a la camilla y abrazándome por la cintura mientras le doy la espalda.

-Descansa-me dice para finalizar dándome un beso en el pelo.

-Descansa-le respondo antes de caer dormida profundamente...
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UN VIAJE PARA RECORDAR...[Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora