Bajo Tu Mirada...Weasley

4.-

- Harry, Harry - Luna zarandeaba al azabache para que despertara, pero no lo logro. Agarró su revista y le pegó en la cabeza. - ¡despierta!

Harry abrió sus ojos asustado y desorientado.

- ¿Ya llegamos?.

- si, será mejor bajar, los entes malignos empiezan a salir, les gusta jugar con quienes no los ven. - comento Luna.

Harry.

Bajamos del tren, Luna se separó sin decirme nada y metros más allá estaban reunidos los hermanos Weasley y Hermione.

Me acerque donde ellos, parecían tramar algo y por supuesto quería formar parte de ese plan.

- ¿Harry donde estabas? - me preguntó Herms.

- me quedé dormido.

- Harry ya está aquí, ahora sí. - hablo George. - ten esto es para ti, esto es para Ron y tu Hermione...danos aplausos cuando terminemos.

- ¿serpentinas? - pregunté mirando el tubo de cartón.

- si, es para cuando designen a Ginny...ya saben...para darle la bienvenida, el primer año que vino Ron, se puso a llorar y le prometimos que le mandaríamos muchas cartas o un asiento de baño....- le interrumpió Fred.

- lo cual no pudimos hacer porque mamá nos regaño, esta vez estará aquí, con nosotros y como sus hermanos y amigos debemos darle la bienvenida. - finalizó felizmente.

- ¿Qué tendrán ustedes? - preguntó ahora Ron.

- sorpresa - dijeron los gemelos y se alejaron - por favor sientense cerca a nosotros.

Dejándonos solos con el equipaje caminamos a los carruajes, lo compartimos con Neville y Luna, ella siempre hablando de cosas que poco entendíamos.

Al llegar al castillo nos dirigimos directo al gran comedor ya con el uniforme puesto, atrás mío venían Dean y Seamus hablando.

- realmente se veía bonita con el uniforme, suerte tienen los que no se bañan Dean - escuché a Seamus, mis orejas se pararon y prestaron atención a la conversación de esos dos.

- no hables así - escuché que le codeo el mulato.

Sabía que hablaban de Ginny, en mí interior nuevamente una bestia surgía al imaginarme que esos dos miraron como se cambiaba.

- ¡Harry! - llamó Ron ya en la entrada. - tenemos que...¡oh! Los gemelos. - dijo, me agarró de la manga de la túnica y me arrastró con él.

Quería escuchar más de esos idiotas <<¿Por qué la vieron ellos primero con el uniforme? Se suponía que la familia debía de verla en primer lugar.>> hundido en mis pensamientos tropecé con varios chicos.

- ¿tan distraído estás? - me preguntó Herms sonriendo sentada, tomé asiento al frente de ella alado de Fred.

- bien ya mismo empieza, listo hermano.

- nunca estado más listo George, nuestra niña está creciendo.- complementó Fred, imitando que se secaba una lágrima. - no lo arruinen pequeñas sabandijas. - sentenció - cuando la nombren sacan las serpentinas y ya.

La ceremonia empezó como todos los años, el momento esperado llegó por alguna razón me sentía ansioso, nervioso y todo lo que se siente cuando necesitas algo.

Muy adentro de mí quería verla, ¿era cierto lo que Seamus dijo?, si lo era, lo quería comprobar rápido, cuando al fin las puertas se abrieron, entraron primero los de primer año y luego los que se cambiaron, lo bueno que no eran muchos, todos ellos no tenían la corbata, ni las túnicas, se debía porque no sabían en que casa quedaban, después de su selección cada jefe les daba sus respectivas cosas.