Capítulo 7

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Despierto cuando hay bastante luz entrando por todas partes. Aún bajo las sabanas me quedo mirando el techo mientras la niebla de sueño se desvanece, luego soy consciente de que lo tengo entre mis brazos. Miro a Nakyum y los recuerdos de lo que ha pasado me vuelven loco. Él simplemente consiguió que me dejara llevar, tuvimos sexo y no fue de la forma que hubiera imaginado mi primera vez con él, me hubiera gustado algo con más calma, no sé explicarlo, pero aún así, siento que ha sido increíble.

No tuve ningún sueño extraño y por primera vez deseo que esos sueños no sigan apareciendo.

—¿Podemos quedarnos así todo el 'día?—dice Nakyum y me sorprende con un leve movimiento en el que me roba un beso en los labios, uno que no puedo negarle. Correspondo a todo lo que hace, mis manos tienen una nueva oportunidad para acariciar su espalda desnuda y mientras escucho nuestros jadeos acompasados mi corazón se apresura en latir para asegurarme que esto es real.

—Creo que pasa de las nueve de la mañana, debo ir a trabajar a las 11—menciono, Nakyum se pega lo más posible a mi cuerpo y restriega la nariz sobre mi pecho, justo como si fuese un cachorro.

—No vayas. Quiero estar todo el día contigo ¿Qué dices?

Luego de haberlo pensado unos minutos elijo a Nakyum sobre todo lo demás. Entramos a la ducha por separado, aunque él no parecía muy contento, terminó aceptando. Preparo algo sencillo de desayunar y me rio un poco ante la forma en que ensucia su boca. Esta imagen no coincide con la del Nakyum apasionado y experimentado que se abalanzó sobre mí anoche. Puede tener las facetas que se proponga. Aunque no lo parezca, sigo analizando bien lo que debo decirle, no sé si en estas circunstancias se deba tener una charla post sexo. O ¿Qué hay de confirmar que tipo de relación tenemos? Es obvio que nos gustamos, pero tampoco sé si a él le gustaría que la palabra "Noviazgo" sea la que denomine esto que estamos comenzando, parece la clase de chico libre, pero ha sido él quien insistió con eso de estar juntos.

—¿Lo ves?— se pasa una servilleta por los labios y luego limpia los míos para mirarme directo a los ojos— este eres tu pensando mil cosas que no dices ¿Por qué no confías más en ti para hablar? Si sólo piensas, no podre entenderte— se dio cuenta. Notó mi torpeza y como siempre se ha puesto un paso frente a mí.

—No sé bien que decir, se siente extraño despertar así.

—¿Te refieres a despertar desnudos o a despertar con ganas de hacerlo de nuevo?— empieza a bromear para aligerar la tensión y reímos al mismo tiempo—. No hay nada que decir, no debes sentirte comprometido a ser amable o tratar de tener una charla romántica.

—Nakyum, no es que esté buscando ser amable.

—El joven Yoon de anoche parecía lleno de confianza.

—Tuviste el control todo el tiempo— le sonrío y acaricio su rostro—. Me gustas...— alguien que parecía un sabelotodo la noche anterior, ahora se sonroja con dos simples palabras.

—Hagamos algo. Algo que te agrade a ti, y algo que me agrade a mí ¿Qué dices?

—Bueno. Ya que he faltado al trabajo, puedo hacerlo— ¿Hacer qué?

Nakyum propone ir a un restaurante para la comida, él tiene su elección lista. Yo pienso en el cine, pero es muy temprano ¿Qué hace la gente normal un sábado? Como siempre estoy trabajando ni siquiera sé que proponerle, así que sin muchas expectativas nos subimos a su auto y le propongo que sea yo el que conduzca, elijo un camino que es un tanto conocido para mí. Al llegar Nakyum parece sorprendido con todo lo que ve, sé que puede ser aburrido venir a un parque como este, pero es un lugar que solía frecuentar de niño y me trae buenos recuerdos. Hay muchos niños corriendo por el lugar y a él parece no molestarle, empezamos a conversar un poco sobre la exposición de la noche anterior, me explica que nadie a excepción de sus profesores se mostró sorprendido por su obra.

Cuando nos volvamos a encontrar (Pintor Nocturno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora