The Stripper (Pansmione)

El baile

-Sería una gran idea, ¿no crees? – Dijo, recogiendo los papeles.

Escuché unos débiles golpes en la puerta, y entonces vi a Draco. El tenía una mirada seria.

-¿Hermione, puedo hablar contigo?.

Pansy lo miró durante unos segundos y luego a mí.

-Draco.

-Ve y hable con él, señorita Granger – dijo fríamente.

Cerré mis ojos y salí de la habitación.

-¿Qué pasó con nuestra cena? – Preguntó algo molesto.

-Lo siento, pero creo que no podré ir.

Movió la cabeza, poniendo sus manos en su cintura con una expresión irritada.

-Me estás tratando como un estúpido, me plantaste por segunda vez el mismo día.

-¿Qué quieres que haga? No tengo más remedio. ¿Crees que me gusta trabajar hasta tarde?.

-Sabes que tienes la opción de irte, ¿verdad? Esta mujer esta mal. ¿Te está explotando?.

-¿Hay algún problema? -escuché la voz de Pansy detrás de mí.

-No señora...

-Señora Parkinson, el horario de trabajo es algo inconveniente ¿no cree? -Draco preguntó desafiándola.

Pude ver las venas de Pansy marcarse y su mandíbula endurecer, tomó una respiración profunda y luego habló.

-Señor Malfoy, debo informarle que yo soy la presidenta de esta empresa, debido a que no tengo que explicarle los horarios a mi personal. Si está pensando que es tan tarde, ¿por qué sigue aquí?.

Ella prácticamente lo azotó, literalmente, no dudaba de que si Draco podría matar con la mirada, seguramente lo habría hecho. Las palabras de Pansy fueron precisas y arrogantes.

-Tiene razón Sra. Parkinson, perdone por preguntar.

-No hay problema. Srta. Granger tan pronto como termine su conversación, tengo que mostrarle algunos documentos.

Sólo asentí a la mujer que regresó a su oficina, dejándome en silencio junto Draco. 

-En éstos días será imposible, tengo que terminar un balance general con ella hasta el lunes Draco, lo siento.

El chico me miró durante unos segundos y luego llegó a una conclusión.

-Quédate con tu trabajo, buenas noches – habló se dio la vuelta y salió.

Si su intención era hacerme sentir mal ¡Felicidades! Lo logró. Respiré profundamente y regresé a la oficina, encontrándome con la mujer más atractiva que he visto, ya ni siquiera me acordaba de Draco cuando la vi. Ella estaba sentada con la camisa desabotonada parcialmente a la altura de los senos, llevaba lentes graduados que probablemente serian de descanso, su cabello estaba amarrado con un moño sobre su cabeza. Tenía una expresión seria con la pila de hojas en su mesa. Sabía que pasar muchas horas con ella era atentar contra mi salud mental.

-Algo insubordinado tu amigo, ¿no? – su voz sonaba fría.

-Lo siento, juro que no quería esto.

Pansy me miró.

-Lo sé, no te preocupes, ven aquí Granger.

Acercarme a ella, eso es lo que menos quería.

-Richard era pésimo en los reportes, encontré esto aquí, ¿sabes quién lo hizo? ¡Son geniales! -Me dio mi carpeta.

-Son míos señora. -hablé, sonriendo débilmente.