Historias Willgan

Tiempo.

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Lo había decidido, hoy le diría lo que sentía, ya estaba cansado de ocultarlo, de pasar horas y horas hablando o simplemente a su lado sin poder tocar ni siquiera su mano.

Después de tantos años lo había entendido, realmente nunca quiso ser su mejor amigo, ni su hermano oscuro, quería algo más, algo más cercano, quería poder tomar su mano, mirarlo a los ojos, poder abrazarlo, jugar con su cabello y luego de tantos años lo entendió, quería ser su pareja.

No había sido fácil, claro que no, tuvo muchas peleas con él, se distanciaron...Más o menos un mes, pero lo arreglaron y volvieron a ser lo de antes.

Aún así Fargan se sentía vacío, sentía que algo le falta, llegar a su casa y solo ser recibido por su perro le deprimia y su mente de forma instantánea le hacía una mala pasada, imaginando al albino recibirlo con una gran sonrisa, un abrazo y un dulce beso.

No fue la primera vez que tuvo ese tipo de ilusiones, pensaba que estaba confundido pues después de tantos años sin pareja, al ser el albino lo más cercano que tenia estaba empezando a confundirse.

Lo imaginó un montón de veces a su lado, cuando tenía frio por las noches, cuando llegaba a casa tarde, hasta fantaseaba con tenerlo solo para él, a su merced, con las mejillas rojas, los ojos completamente cerrados, su cabello despeinado cayendo por la cama sin control, jadeante, suplicando por más, gritando su nombre...bueno, ya entienden.

Se alejó del albino unos dos meses, lo evitaba a toda costa, ni saludos, ni mirarlo, nada, esos meses tuvo tantas fantasías con el albino que ya no sabia cual era la realidad.

Y para cuando se dio cuenta de la realidad, se encontró en la hermandad oscura, a la media noche besando al albino contra la pared, con una pierna metida entre las suyas haciendo presión en su entrepierna haciéndole jadear contra sus labios.

Se separó de golpe y salió corriendo de allí, desde ese día no volvió a la base de la hermandad oscura, Willy no parecía incomodo con su presencia y podían tener largas charlas como antes, eso confundió más a Fargan.

Después de todo era su amigo...Su mejor amigo, su hermano oscuro y que Willy no estuviera intentando escapar de ese beso le confirmaba que no era el único que sentía algo más allá de la amistad, ya que más bien Willy lo tenia sujetado por la camisa intensificando el beso de esa noche.

Así que sí, luego de pensarlo mucho se declararía, lo que pasó esa noche había sido una buena señal, estaba seguro de que Willy sentía algo por él, y lo averiguaria hoy, si era solo atracción sexual o era algo sentimental.

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Fargan lo citó a media noche en la hermandad, movió su pie nervioso.

Sabia lo que iba a hacer, después de ese beso tan fogoso en la hermandad era más que claro que estaba pasando por la mente del híbrido.

Quiero decir, que venga, con la mirada perdida en quien sabe que, que te agarre, te acorrale contra una pared y empiece a besarte muy lentamente, como si tuviera miedo a romperlo, acariciando con cariño su mejilla, con las mejillas más que rojas y sus manos temblando nervioso, se notaba a leguas que estaba enamorado, Willy tenia experiencia en eso, la diferencia de como lo besaba Kristina, con fuerza y desesperación a como lo había besado Vegetta alguna vez en su anterior vida, con lentitud y cariño, sabia diferenciar cuando lo besaban por amor o simplemente por una noche de sexo.

Y Fargan lo había besado con amor, tanto que sintió su corazón latir rápidamente, rogándole que intensificara el beso antes de que Fargan le confirmase del todo que estaba enamorado de él, así que hizo caso a su corazón, tomó con fuerza la camiseta de Fargan y empezó a besarlo con fuerza, sintiendo sus lenguas luchar por el control del beso y una de las piernas de Fargan meterse entre las suyas dándole un masaje excitante en la entrepierna, haciendo que sus piernas temblaran.