Este día no fue tan alegre o alborotado como los anteriores en toda esta semana. Mitsuba estaba callado y para variar, el clima estaba nublado como si en algún momento una lluvia vendría, aunque por éstas épocas no lo hace. El menor no le había dirigido la palabra hacia Kou durante horas en el instituto; él desde la mañana vino cabizbajo, y así terminó en la jornada escolar, sin hablar, sin sonreír. Minamoto no sabía si hablarle o no, le ponía nervioso en tan solo pensar si hablarle era la opción correcta o simplemente dejarlo con su espacio personal, porque todos necesitan estar solos alguna vez.
Pero en realidad no sabía si necesitaba ayuda o momento de soledad.
Ya era hora de irse, y ya todos habían bajado hacia las rejas de salida; Yashiro vio a Mitsuba con el mismo rostro de preocupación hacia Kou, haciéndole señas de que hablara con él, no obstante, éste hacía movimientos de negación rápidamente con la cabeza, por lo de no saber si estaba bien eso. Nene le dio un zape en la frente por tonto. ¿Cómo no es capaz de hablarle? Nadie había visto a Mitsuba de esa manera en todo el año que lo han conocido.
Amane intervino para darle otro zape por la parte trasera de la cabeza por chiste y Minamoto reaccionó mal ante ello, queriendo pegarle de vuelta. Pero el agarre de la mano de Yashiro hacia la de él lo detuvo. Le habló pidiendo de favor que lo haga, ninguno de ellos podía hacerlo, excepto él.
Y tenía razón, Kou era el único que ha entablado tanta confianza de lazos amistosos con Mitsuba, él mismo debía ir allá a ver lo que pasaba. Sin embargo, el rubio se le notaba muy nervioso apenas se le acercaba. Yashiro sentía que algo iba mal sobre lo que sentía su amigo. Si tanto quería ayudar al rosado, ¿por qué se negaba a ir por vergüenza? Más que todo, ¿por qué se tornaba de color rojo toda su cara al haberle dicho que él era el único que debería acercarse?
La chica se cansó de la situación ya que no avanzaba por ninguna parte; con Amane agarraron los brazos de Kou y se dirigieron hacia él, obligándolo. Mitsuba se dio cuenta de ello a pesar de estar de espaldas, y rápidamente soltaron a Minamoto y actuaron como si nada, saliendo del instituto y como de costumbre despidiéndose con una sonrisa, logrando el objetivo de Nene que era dejarlos solos.
Minamoto quedó de pie sin saber qué decir, mientras miraba al otro que también quedó observándolo seriamente sin reacción alguna. Algo estaba sucediendo. Con todo el temor tragó saliva y habló. —¿Estás bien?
Silencio completo.
Los segundos fueron eternos, se sintieron como minutos que seguramente fueron mili segundos de un ambiente sin ruido a excepción del sonido de las hojas de otoño por el clima nublado con viento.
—No sé cómo actuar al estar contigo. —Comentó secamente.
Kou lo miró confundido ante la respuesta de Mitsuba, y éste solo continuó.
—Me sorprende que con mi personalidad y actitud haya conseguido un buen amigo, alguien en quién apoyarme, alguien para reirme, pasar el rato. No sé que hice para ganarme a alguien de confianza. Siento que... —Apretó sus puños.— No me lo merezco. Por eso es que... No sé cómo reaccionar frente a ti. Eso es lo que me pasa.
Síntomas de baja autoestima.
—Escucha, Mitsuba. Yo no entiendo por qué-
—No tienes por qué entenderlo. Nadie lo hace. ¿Al menos escuchaste sobre mi rumor alguna vez?
—¿Rumor? —Decidió preguntar.
—Solo duró pocos meses desde que vine a la academia, gracias a ustedes tres que me apoyaron tanto y especialmente tú. —Suspiró un poco.— En mi anterior instituto no es que tuve tan buena fama; la pasaba solo. Y eso hizo que varios rumores de mí burlándose de mi situación se soltaran. "Si él se te acerca quedas maldecido." "Si no te sabes su nombre cuando te hable, él te matará."
Dicho esto, Minamoto quedó sorprendido, para después acercarse poco a poco hacia Mitsuba.
—Algunos de mi otro instituto se cruzaron acá conmigo éste mismo año y quisieron hacer la misma historia. Pero... Por ti, Yashiro y Amane ya no es así. No sé qué me vieron de bueno en mí o el por qué les parecí buena persona o... Qué tengo de interesante. Yo... He estado pensando mucho en esta semana que pasé contigo y-
Mitsuba fue interrumpido por un abrazo de Kou. El rosado sin corresponder decidió sollozar un poco y continuar. —¿Está mal que me sienta así después de que algo bueno me acaba de pasar?
—Sí, lo es. Pero ya sabrás que todo lo bueno que pase ahora en adelante lo tienes bien merecido, Mitsuba.
El nombrado abrazó también a Kou, tapando su rostro cerca de su hombro. Minamoto sentía mojada esa parte por las lágrimas del otro. Minamoto no sabía si sentirse alegre porque al fin Mitsuba correspondió un afecto suyo o preocuparse aún por la situación. En vista de eso, se sonrojó un poco, aunque después se tornó serio.
—Tienes que dejar el pasado atrás, Mitsuba. Si la vida te da una segunda oportunidad de hacer las cosas bien, no lo tires a la basura cometiendo el mismo error. —Siguió hablando y aconsejando al menor que aún su cara estaba tapada.— Poco a poco te sentirás querido, Mitsuba. No sabes cuánto significas para todos nosotros.
—Ya me siento satisfecho solo estando contigo.
Otra vez se hizo presente el sonrojo del rubio. Sentía que le iban a temblar las piernas de los nervios en cualquier momento. Esto no era normal; en situaciones así ésto ni siquieta debería estar pasando. Comenzó a sentirse confundido, ¿qué rayos le estaba ocurriendo a Kou? Empezó a dolerle un poco la cabeza por ello, pero no hizo gestos para preocuparle a Mitsuba; decidió separarse y mirarle con calma al menor para que se sintiera en confianza.
—Gracias Kou-kun... Eres lo mejor que me ha pasado.
—Tú igual, Mitsuba. ¿Nos vemos mañana?
—Sí. —Sonrió.
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Estaba en su cama, agotado de tanto sobrepensar. ¿Qué es lo que tan raro se le hace al acercarse a su amigo? ¿Hacer algo mal en frente de él? Se tocó la cara por la frustración y para distraerse agarró su celular.
Eran las 00:25 AM.
De repente, se asustó por el sonido de llamada del celular. Yashiro lo estaba llamando. Sin rechistar, el rubio contestó.
—¿Senpai?
—Kou, necesito hablar seriamente contigo.
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