Lo mejor de mí (Gaara)

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Capítulo V

Que Gaara, Takeuchi y Kankuro sean los que están a cargo del proyecto de remodelación de caminos y la negociación para que otros poblados más pequeños ayuden. Tenía sus pros y sus contras para Yo.

Cuando Gaara estaba afuera de la aldea. Ella no tenía que ir a la oficina, era menos trabajo y pasaba más tiempo con Tomi. Sí Kankuro estaba afuera, la cantidad de comida que tenía que preparar era mucho menor. Sí Takeuchi se tenía que ausentar ella pasaba la noche en la casa cuidando de Tomi.

Por el contrario sí Gaara estaba. La madre del niño se hacía a cargo en las tardes y Yo pasaba más horas en la oficina: organizando la agenda, haciendo papeleo y adelantando todo el trabajo posible. Así en la próxima salida del Kazekage no habría un exceso de trabajo.

Aunque ya lo había hecho antes, ahora terminaba más agotada. Ayudar con los estudios de Tomi, ir a la academia y ser asistente de Kankuro en lo que Temari regresaba. Ya que él no podía entretener a los niños solo. Procurar la limpieza y la comida en la casa porque tenían huéspedes. Sin dejar de lado los deberes que Mizuki le pedía en las mañanas o bien las notas que le dejaba.

__ Yo- chan. Te estas quedando dormida. ¿No me llevaras a la academia hoy?

Tomi la observaba, estaban sentados en el suelo, él estaba frente a las largas ventanas del recibidor de la casa de los hermanos Sabaku No, ladeaba su cabeza en un intento de observar a la chica frente a él; estiraba sus brazos y bostezaba. El libro de cuentos estaba su lado y Yo se separaba del vidrio que empezaba a calentarse por la luz del sol.

__ Por supuesto que iremos. __ hablo más recuperada. __ ¿Por qué cargas tanto ese libro? te he visto con el todos los días, hasta en el desayuno.

__ Otosan me lo dio, dijo que era para que yo leyera cuando él estuviera fuera, porque un ninja no solo debe saber manipular chakra y armas.

Con sus manos acariciaba la cubierta de su libro y tenía esa expresión en el rostro, que le hizo pensar a Yo que era como si pudiera sentir a su padre a través del libro. __ Yo –chan, ¿Qué le paso a tu familia?

El sueño y el cansancio de todos los meses se le habían evaporado. La pregunta la tomo desprevenida. __Mi familia...__se tomó una pausa. __ No lo sé. La pareja que me tiene a su cargo, solo me dijeron, que mis padres fallecieron en un accidente. Por lo que se, tampoco tuve hermanos. Era un clan nómada que viajaba mucho, un incendio mientras acampaban los arraso. No sé nada más Tomi-kun. Es pasado, no los tengo y no importa.

Era la primera vez que hablaba de su familia con alguien, no lloro, ni se le quebró la voz, lo que sabía no eran más que recuerdos viejos de lo que le contaron alguna vez. Pensar en ello la desequilibraba las sospechabas de que le ocultaban cosas, la impotencia de no poder irse. Dieron por resultado la resignación a sus insistencias y castigos de años atrás.

__No estés triste Yo-chan. Él la abrazo

__ Anda tenemos que ir donde Kankuro, seguro que los demás ya están ahí.

__La serie de sellos manuales tiene que ser perfecta, deben concentrarse, si han estado ejercitando mente y cuerpo en poco tiempo su chakra tendrá la suficiente disciplina para formar un clon.

Kankuro era sensei junto a su hermana, debido a su ausencia Yo pasaba horas en la academia, no exactamente para enseñar, sino que cuando Kankuro los dejaba descansar decía que no podía soportarlos.

Caminaba de lado al otro viendo a sus alumnos, algunos no colocaban las manos en posición, otros producían algo de humo, volteo a ver a Yo. Estaba al lado de Tomi, pensaba que se había vuelto muy unido. Su rostro estaba tranquilo, no tenía expresión; venia seguido y se entretenía con Temari, por tanto, su cuerpo ya poseía una resistencia considerable, estudiaba con el niño así que leía. Sus posiciones de manos empezaron perfectas, rápidas precisas. Llevaba intentándolo igual de tiempo que los niños. Kankuro estaba listo para ver a dos de ella y nada paso. Ni siquiera un poco de humo ni un clon deforme. No había nada.