17

30 2 0
                                    


Capítulo XVII

Yo creía que había experimentado a gran escala el dolor físico antes: cuando Mizuki le azoto las piernas, de la primera vez que dejo su casa; sus primeros empleos temporales en agricultura; las veces que entrenaba en la academia ninja; la segunda vez que trato de alejarse de los Hotaru y termino en el hospital; los entrenamientos con Guy-sensei y Lee, cuando le rompían los huesos; el día del asalto a Konoha termino muerta y por supuesto la vez que Mizuki la capturo. Se equivoco, no tenía idea de lo que era experimentar un dolor físico a tal magnitud.

Después de quedar inconsciente cuando le dijo la verdad a Uchiha Sasuke despertó en una cueva, estaba encadenada por las muñecas y el cuello, el metal había sido enterrado en la roca del suelo, no tenía más que su ropa interior puesta, había antorchas que proporcionaban luz, pero pese a eso el lugar estaba frio y el olor de la humedad y el óxido del metal era lo único que percibía en el aire.

Estaba rodeada por unas decenas de sujetos que debían ser similares a Mizuki la veían como un lobo miraría a su presa después de pasar días sin comer. La encadenaron al centro del lugar como si fuera una mesa con la cena. Se iban a alimentar de ella y su chakra paralizado.

Alrededor de veintitantos o treinta, Yo estaba demasiado a aturdida como para contar, fueron desintoxicados. El miedo era tan grande como la perturbación, al ver como hilos de chakra amarillos salían de la boca de Yo y entraban a los cuerpos pálidos de los otros. Los ninjas expresaban satisfacción cuando una diminuta luz recorría su piel.

Agotada, Yo termino inconsciente en el suelo.

— Hola Yo, ya era hora de que despertaras. Tenemos mucho de qué hablar. — Cuando despertó Mizuki estaba a su lado, se sentó y se alejó lo más que le permitieran las cadenas. — Sabes cómo supe que tú eras la que había entrado con el cerezo, fácil alguien debía haberla escondido que mejor que tus capacidades para hacerlo, pero tranquila no te acuse de eso. Lo importante aquí es retomar las preguntas ¿Qué le hiciste a Uzumaki Naruto y a los dos ninjas de traje verde y cejas grandes? ¿Por qué no se duermen? — dijo con rudeza.

Yo no respondió, estaba mareada después de que le extrajeron el chakra apenas y podía escuchar la voz de Mizuki. Luego todo fue demasiado rápido: el dolor que sintió en su cuerpo la hizo llorar y gritar al mismo tiempo. La piel le ardía, el calor era insoportable, la estaban quemando con chakra oscuro. Entre jadeos y con la voz rota respondió

— No hice nada, lo juro, no sé nada.

— Mentirosa.

—No mien...

Las manos de Mizuki cargadas con flamas oscuras se cernieron nuevamente sobre ella. Yo no dejo de gritar aun cuando no sentía su voz y la cuestionaron de nuevo ¿quién más sabe lo que sacaste de la raíz? Grito mientras sentía el chakra quemando y abriendo paso a través de sus venas. Su piel se rompía, su voz se rompía, sus uñas arañando el suelo se rompían. Más y más fritos de dolor.

La sumían en la inconsciencia y la despertaban con una nueva pregunta ¿Dónde está Uchiha Sasuke y Nara Shikamaru? Yo se decía así misma pronto morirás, quédate callada un poco más. Los demás salvaran a la aldea, Naruto salvara a Sakura y Gaara... él estará bien.

Por primera vez dos hombres extraños la levantaron del suelo y la sostuvieron con las manos atadas hacia arriba y las cadenas de las muñecas colgadas en un gancho metálico. No aguanto ni un solo golpe sin tener que escupir su sangre, el líquido ahora era una combinación de carmín y negro. Golpe tras golpe le quito el aire de los pulmones, los grilletes en los tobillos impedían que tomara posición fetal o se cubriera, era tanto el impacto que perdió la cuenta después del puño número dieciocho en su estómago.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 06, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Lo mejor de mí (Gaara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora