Painted With Roses (Oreki x Chitanda) (Historia de opplayerv23)

Capítulo 24 - No más huidas

"¡Wuah!" exclamó Chitanda, mirando el lugar, "¡Hace mucho que no voy a un restaurante familiar!"

Ella corrió a una mesa cerca de la ventana de cristal, mientras que Oreki no dijo nada y simplemente siguió detrás. Mientras ambos estaban sentados, una camarera vino con una cálida sonrisa y les dio dos menús, uno para cada uno. Chitanda aceptó con gusto, asintiendo mientras sonreía. Leyó el menú, sin saber qué comer.

Oreki comprobó el menú para cualquier cosa decente, pero pensó que él pediría la comida que comió con frecuencia allí.

"Curry especial," dijo Oreki, sus ojos aún fijos en el menú. "Y un vaso de té helado."

"Gracias por sus órdenes, señor", dijo feliz, volviendo a Chitanda, "¿y señorita?"

"¡Oh!" Sus ojos se apartaron de izquierda a derecha. Levantó la vista, no a la camarera, sino a Oreki, su cara seria. "¡Oreki-san! ¿Cuál te gustaría más?"

Ella le entregó el menú, señalando dos opciones de comida. Tonkatsu y Nikujaga. Se detuvo un momento y luego decidió, "Nikujaga."

Chitanda sonrió y miró a la camarera, señalando la comida dominante. "Me gustaría ésta, por favor. Y un vaso de agua."

"¡Muy bien!", gritó la camarera mientras anotaba las órdenes. Las repitió, su sonrisa aún abierta y se inclinó, alejándose hacia la cocina.

Chitanda se quitó el sombrero y lo puso a su lado, agarrando una corbata de su bolso negro. Ella ató su pelo suave y negro, convirtiéndolo en una cola de caballo ordenada. Se ve... más madura, pensó Oreki, mirándola. Empezó a acariciarse el pelo, se convirtió en un hábito, y siguió haciéndolo cada vez que pensaba en algo.

Entonces encontró a Chitanda mirándole fijamente. Lo estás haciendo otra vez, comentó ella, riéndose.

Oreki miró su mano. Asintió simplemente.

"¡Estoy bastante sorprendido de que el tiempo volara muy rápido! ¡Ahora pareces más un adulto, Oreki-san!" Sus mejillas se pusieron rosadas y comenzó a reír suavemente para ocultar su yo nervioso.

A pesar de que su cara estaba enrojecida, ella le miró atentamente y sonrió. Entonces abrió un poco los ojos y apartó los ojos hacia otra dirección.

"... Sigues siendo tan curiosa como antes." Se sintió bastante incómodo diciéndolo, ya que casi nunca reconoció a una persona. Esperaba que se ofendiera, pero cuando la miró, se reía. "¡Tienes mucha razón, Oreki-san!"

Mirando a la cocina, dijo: "¡Vamos a pasar más tiempo después de esto! Ha pasado mucho tiempo, ¿verdad?"

Revisó su reloj. 16:30. Luego miró a Chitanda, que parecía tan emocionado como siempre, y asintió, aunque esta noche era la noche en que planeaba descansar tanto como fuera posible.

"... Bien, contestó suavemente Oreki. 

"¡Disculpe!" apareció de repente la misma camarera, con las manos llenas con la comida que ordenaron. "¡Aquí están sus órdenes!"

La comida estaba caliente, a juzgar por el humo que salía a la superficie. La camarera, apresurada pero cuidadosamente, colocó la comida y las bebidas sobre la mesa, no queriendo quemarse los dedos, y luego se inclinó profundamente como si les debiera una abundancia de cosas. Lo cual, claramente, no hizo.

La comida era absolutamente deliciosa. Los ojos de Chianda brillaron. "¡Oreki-san!" exclamó. "¡Esto se ve tan bien!" Casi gritó.

Ella sacó su teléfono y tomó una foto, luego oró. Oreki hizo lo mismo (excluyendo la foto, por supuesto) y ambos comenzaron sus comidas.