Estabas a las afueras del dormitorio Ramshackle, cerca del bosque.
Leona y su sobrino Cheka te hacían compañía.
Leona dormía, mientras que tú le enseñabas al pequeño como hacer una corona de flores para pasar el rato.
Te encantaba ese niño, era realmente encantador.
Te gustaba bastante su sonrisa y su inocencia, que cada vez que venía a visitar a su tío, le pedías a Leona pasar el rato con ambos.
Algo que, sorpresivamente, Leona acepto.
-Listo. ¿Te la quieres poner? - le preguntaste al pequeño, pero él negó con la cabeza.
-Mejor al tío Leona. - respondió con una gran sonrisa.
Suspiraste, el chico amaba mucho a su tío, pero conocías al mayor, al menos un poco, por el poco tiempo que llevabas en la escuela, y sabías que se iba a molestar por esa pequeña corona de flores.
-Esta bien, pero yo se la pondré. - le aclaraste al saber que lo harías delicadamente, y no se despertaría por eso.
Y de forma silenciosa, así lo hiciste, con éxito.
Ambos miraron el resulta; a Leona le quedaba bien esa corona de flores.