Capítulo 6

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De la forma en que ciertas fiestas lo hacen, el estado de ánimo ha cambiado y solo la mitad de la gente aquí lo sabe.

Cuando llego arriba, la mitad todavía ríe, bebe y baila, pero la gente en el área común de la casa ha disminuido notablemente. Veo el grupo de personas en el vestíbulo de arriba, la orgía que sin duda ocurre en uno de los muchos dormitorios de Seokjin, y atrapo el inconfundible olor a marihuana y sexo. Sé que es hora de ir a casa.

Y está bien, porque lo único que quiero hacer es pensar en la oferta de Seokjin. Estoy emocionado, estoy nervioso, hasta estoy obsesionado con ello, así que no hay espacio para una orgía impersonal y llena de drogas en mi mente.

Pero entonces escucho su voz.

No la voz de Seokjin. Ni la voz de Jimin.

La de él. Mi Voldemort personal.

¿Sabes cuando tienes un moretón y no puedes dejar de presionarlo? ¿O un corte en el labio que lames una y otra vez aunque sabes que lo empeora?

Es este impulso, esta fascinación enfermiza, como si quisieras sentir el dolor, quieres herirte a ti mismo, quieres ser el que recibe y el que causa el dolor todo al mismo tiempo. Y esa es la única explicación que puedo encontrar ahora mismo de por qué voy hacia el pasillo, atravesando la multitud y deteniéndome en la puerta de uno de los dormitorios.

No me sorprendo por lo que veo delante de mí. Lo he visto cientos, tal vez miles de veces, tanto en el set como fuera de él.

Hay cinco personas en la cama y parejas dispersas alrededor de la habitación, todas en varias etapas follando. Pollas, coños, bocas, piernas extendidas, sudor reluciente. Esta noche hay más tatuajes y piercings de lo normal, cabello azul o rojo brillante en vez de lujosos moños recogidos, aun así es igual.

Pero no los estoy mirando. Estoy mirando al chico de cabello oscuro en medio de la cama, que está montando a un hombre mientras otro folla su boca, sin condones a la vista. Su cabeza está echada hacia atrás, sus ojos están cerrados, está gimiendo y jadeando a medida que su polla se tensa con su clímax inminente.

No necesito ver esto. Si quisiera ver a mi ex novio ser follado por otro hombre, o dos, todo lo que tendría que hacer es abrir mi laptop. No tengo que presenciarlo así, en esta habitación oscura y llena de humo con Lana Del Rey zumbando en el fondo.

Pero parece que no puedo moverme.

Mi pene traicionero se endurece cuando él grita y se viene con fuerza, sus muslos se tensan y sus uñas se entierran en los hombros del tipo que está montando. Dios, es una maravilla verlo follar.

¿Fue solo hace tres meses que mi polla estuvo dentro de su culo?

¿Solo hace tres meses que fui yo quien tiraba de su cabello, besaba su cuello y peleaba por las mantas en la noche?

¿Solo hace tres meses que me rompió el puto corazón?

Se recupera de su orgasmo con un gemido suave, mirando al tipo follándo su boca y dándole una sonrisa que reconozco demasiado bien; es su sonrisa de escena.

Está actuando, me doy cuenta. Está actuando aunque no hay cámaras aquí, aunque la mayoría de las personas en la habitación están más ocupadas con las drogas o sus propios encuentros sexuales. Lo comprendo al momento en que sus ojos oscuros encuentran los míos y su sonrisa se hace más grande.

Está actuando para mí.

Mierda.

Tropiezo hacia atrás, el peso de sus ojos oscuros es mucho más fuerte que cualquier otra cosa, que los dos chicos follándolo, su desnudez o su sonrisa, son esos ojos. Llenos de... ¿qué? ¿Venganza? ¿Arrepentimiento? ¿Desprecio?

Y entonces lo reconozco.

Satisfacción.

Él quería que viera esto, y ahora que lo he hecho, está complacido con eso por algún motivo retorcido.

Empujo a la gente para pasar, derramando sus bebidas y separando sus besos, pero no me importa. Siento la mirada de Hoseok atravesar mi ser, abriendo la herida que he mantenido unida durante los últimos tres meses, revelando el desorden vacío y destrozado que hay en mi interior, y no puedo soportarlo.

Aparto mis ojos, pero su imagen todavía arde en mis retinas, y atravieso la multitud, necesitando salir de aquí, necesitando irme, necesitando encontrar una bebida.

Necesitando olvidar.










PøʀɴSᴛᴀʀꜱ. ➸ʏᴏᴏɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora