Capítulo 19

4.3K 539 132
                                    

Mi sangre se calentó con los celos más intensos imaginables, celos como ácido consumiendo mis venas. Y al momento en que reconocí los celos, siento como la pena, la lástima y la lógica me recorren.

¿Quién demonios soy yo para que me importe qué otros trabajos tenga Jimin?

Ya sabía que estaba pensando en alejarse del porno que normalmente hace, y fue por eso por lo que sentí que debía pedirle que hiciera este proyecto conmigo, y estaría más allá de lo poco razonable (sería raro y loco) asumir que nuestro proyecto sería el único que él haría. Después de todo, tiene cuentas que pagar, e incluso aunque tengamos algo, nunca esperaríamos que el otro dejara de trabajar.

Hoseok y yo nunca desaceleramos nuestras carreras por el otro cuando estábamos saliendo; si salías con otra estrella porno, ambos tienen que respetar el trabajo. Nunca diría que era fácil de hacer, pero ¿había otra alternativa? ¿Abandonar una carrera que disfrutas y de la que has hecho una forma de vida? No sé si alguna vez conoceré a alguien que valga eso.

Excepto...

Excepto, excepto, excepto...

Excepto justo ahora, cuando no puedo forzar fuera la adrenalina llena de enojo de mi sangre, cuando no puedo hacer que mi respiración regrese a la normalidad. Nunca había sentido este grado de celos, donde todo lo que quiero hacer es llevar a Jimin a una cabaña de playa donde podamos vivir para siempre sin que algunos de los dos toque a otro ser humano jamás y... ¡Contrólate, Min!

Tomo una gran respiración. Estoy siendo un total y completo hipócrita. Si sacara el calendario de mi teléfono justo ahora, vería escenas puestas para casi todos los días de la semana. ¿Cómo es que tenía el valor de estar celoso de Jimin trabajando, cuando yo estaba planeando follar a siete personas diferentes en los próximos cinco días?

—Estoy bien —digo aclarándome la garganta y entregándole otra copa llena de champán—. Solo estoy sediento.

—Está bien. —responde con sus ojos y su voz llenos de confianza implícita que no me he jodidamente ganado, y maldición, eso me golpea directo en el pecho.

¿Qué me está pasando ahora mismo?

Mierda, tengo que recomponerme, mental, emocional y espiritualmente también, ya que espiritual es la única palabra que se me ocurre para definir exactamente en qué nivel Park Jimin me afecta.

Agarro la cámara, porque esa es la única cosa que sé con seguridad me pondrá de nuevo en terreno plano. Pero cuando la estoy encendiendo, Jimin apoya una mano en mi hombro.

—Yoongi… —dice— Solo quería que supieras que... esta es la mejor cita falsa en la que he estado.

El sol se está poniendo detrás de él, pintándolo en naranjas y lavandas, y no puedo evitar las palabras que digo a continuación:

—Yo también, pero... supongo que también desearía que esto fuera una cita real.

Tal vez es la leve amargura en mi voz o la obvia lujuria, pero sus ojos se abren de par en par y cuando lo hacen, me doy cuenta del maldito error monumental que acabo de hacer. Cree que está aquí como un colega, un compañero, tal vez un amigo, pero acabo de dejar claro que tengo sentimientos por él, y eso es tan poco profesional, por no hablar de estúpido, y mierda, mierda, mierda.

—¿Yoongi? —pregunta.

Tengo tres opciones. Puedo huir, fingir que tengo que mear o algo así, o puedo ignorarlo y seguir metiéndome con la cámara.

O puedo enfrentarlo y disculparme.

Y por más que ansío huir, me vuelvo para enfrentarlo.

—Lo siento —me las arreglo para decir—. Eso no estuvo bien de mi parte, y no debería haberlo dicho. Simplemente deberíamos olvidarlo. ¿Podemos olvidarlo?

PøʀɴSᴛᴀʀꜱ. ➸ʏᴏᴏɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora