Pequeñas Cosas ©

3. ¿Por qué ahora?

La razón por la que estoy escribiendo "Pequeñas cosas" es rara, difícil de explicar y mucho más difícil es de escribir, no tengo una idea clara de cómo plasmar todo lo que ocurrió en mí, en mi vida, en mi interior y en mi mente desde hace un tiempo.

Finales del 2019 y principios del 2020.

Toque fondo como muchas otras veces, pero fue diferente. Está vez me quede en ese pozo por varios meses, tuve miedo, ganas de no hacer nada, realmente me dolía ser yo.

Con una pandemia iniciada desde hace varios meses todos estos demonios hicieron acto de presencia.

Mediados del 2020.

Llegue a un punto en mi vida en donde estaba cansada. De estar para todos cuando me necesitaron y cuando yo los necesite hubo solo pocas manos en mi hombro para decirme que a pesar de la tempestad el sol volvería a salir al día siguiente.

Fueron días grises, oscuros, desolados, en donde me dolía el alma. En los que no quería ser yo, y eso fue lo peor, me odié, llegué al punto de no quererme.

Nunca me hice daño físico, jamás me atrevería. Pero si me hice daño psicológico y creo que eso es mucho peor que lastimarme.

Me convertí en eso que tanto detesto.

Soy de las que no le dan importancia a las opiniones ajenas, pero alguien me hizo dudar de mi misma, no quererme, renegar de mí y de mis valores, de querer no ser yo. Y fue mi culpa, por dejar que esos comentarios y malas acciones influenciaran en mí y en mi interior. En lo que soy.

Mientras estaba en ese pozo, sola, ciega y sorda, empecé a conocerme. Todos estos años creí que me conocía como la palma de mi mano, pero estaba muy equivocada. No era así.

No me conocía en lo más mínimo. Ese tiempo a solas conmigo misma, fue un proceso duro, lleno de altibajos, de miles de vueltas, pero hoy puedo decir que estoy contenta con el resultado.

Porque aprendí a escucharme, a saber que es lo que quiero y lo que no. A decir que "no" y lo liberador que fue.

Este tiempo fue un largo período de aprendizaje. Aprendí muchas cosas, a darme el valor que merezco, a alejarme de algún lugar cuando no me siento cómoda, a no fingir.

A ser yo misma.

Aprendí a decir las cosas que pienso sin temor a la opinión del resto. Porque mi opinión, es mía y solo yo puedo cambiarla.

Aprendí mucho y todavía sigo aprendiendo. Amarme a mí misma es un aprendizaje constante.

***

Hola...

Con lagrimas en los ojos. Con un nudo en el pecho, con esa sensacion de vacío.

Les doy una de las tantas razones por las que quiero compartir esto con ustedes...

No tengan miedo de mostrarse tal y como son.

Lxs quiero. Vale 💜