Capítulo 63

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Jimin llegó a su casa y ahí estaba su madre, esperándolo como siempre. Se acercó a su hijo pero Jimin simplemente la miró.

Sra. Park: ¿Por qué tardaste tanto?

Jimin: ¿en serio mamá?

Sra. Park: quiero saber dónde estuviste.

El chico soltó un suspiro y trató de pensar en una respuesta que no sonara tan idiota, porque durante casi tres años su madre nunca se pregunto dónde estaba Jimin y que ahora lo hiciera, de veras que era estúpido y patético.

Jimin: iré a acostarme.

Sra. Park: ¿tan temprano?

Jimin: ¿hay algún problema con que lo haga?

Sra. Park: sí, porque no te alimentas bien y estás todo el tiempo encerrado o durmiendo, no pasas tiempo conmigo.

Jimin: me ves todos los días ¿Qué más quieres de mí?

Sra. Park: hijo, por favor. Hagamos algo juntos.

Jimin: no, estoy un poco cansado.

Sra. Park: cenemos al menos.

Jimin: no tengo hambre.

Su estómago rugió y la mujer sonrió, su hijo seguía siendo un niño pequeño que no sabe mentir.

Jimin: bueno ¿Qué vamos a cenar?

Sra. Park: vamos a un restaurante. Ahí comemos y pasamos un rato juntos.

Jimin: bueno, pero iré por un calmante.

Sra. Park: cuando estés listo vamos.

El chico solamente subió hasta su habitación y se inyectó el calmante, aunque el dolor no era tan fuerte, tenía que evitar que aumentara. Miró al cachorro y comenzó a hablarle a Remember como si fuera un bebé, el perro movió la cola, luego se acomodó en la cama, tenía sueño, le acarició el cabello y el cachorro se durmió.

Le dio un beso, le puso una manta y dándole un beso, salió de la habitación. Bajó las escaleras y se quedó esperando a su mamá.

Jimin: ¡ya estoy listo mamá!

¡AHÍ VOY! Gritó desde su habitación, Jimin se sentó un rato en el sofá y comenzó a jugar con el teléfono, encendiéndolo y suspendiéndolo varias veces. Pasó dos minutos más y finalmente su mamá bajó.

Jimin: creí que no saldrías más.

Sra. Park: estaba haciendo una llamada.

Jimin: bien. ¿Nos vamos?

Sra. Park: claro – sonrió – vamos.

Salieron de la casa y subieron al auto de la mujer, ella condujo y llegaron a un restaurante. Entraron y el mozo los llevó a una mesa, eligieron la comida y después de un rato llegó la comida. Jimin no comía mucho, pero la mujer si lo hacía.

Sra. Park: ¿no tienes hambre hijo?

Jimin: ¿Por qué lo preguntas?

Sra. Park: porque no has comido ni la mitad, ¿te estás poniendo a dieta?

Jimin: claro que no. Mira, estoy comiendo – y se metió un bocado a la boca – ¿ves?

Hablaban muy poco porque Jimin no decía nada y cuando le preguntaba algo su madre, el chico simplemente asentía o negaba. Su madre ya no sabía que preguntarle al chico, no sabía que hacer para que Jimin le respondiera algo más que no fuera un "sí" o un "no", o para que sonría al menos.

Confía en mí 💎 VKook/YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora