Confía en mí 💎 VKook/YoonMin

Capítulo 75

Jimin estaba sentado en el sofá esperando a Yoongi con muchas ansias, daba unos pequeños golpecitos rápidos con el pie producto de los nervios por saber lo que le daría como sorpresa su novio.

Le había gritado que se apurara, pero no recibió respuesta por parte suya y eso lo ponía más nervioso de lo que ya estaba. Pasaron diez minutos y Yoongi bajó, por lo que inmediatamente Jimin se paró.

Jimin: ¿tanto tardaste?

Suga: estaba haciendo una llamada – sonrió – perdón por tardar.

Jimin: dijiste que saldríamos en una hora y ya pasó más de una hora.

Suga: valla, estás muy emocionado por ver tu sorpresa ¿no, cachorro?

Jimin: claro que sí, siempre que me das una sorpresa me quedo súper atónito.

El mayor sonrió medio avergonzado por lo que había dicho su novio.

Suga: bueno cachorro, vamos porque se nos hace tarde.

Jimin: vamos.

Suga: ¿Remember ya se durmió?

Jimin: está dormido y no despertará hasta mañana.

Suga: bueno, entonces vámonos.

Los dos salieron de la casa, subieron al auto y Yoongi manejó hasta el lugar. Bajaron y Yoongi sacó un pañuelo rojo intenso, que le sería útil en un momento.

El camino estaba decorado con faroles colgados a los costados y piedritas blancas que marcaban el camino que debía seguir la pareja.

Jimin sonrió, estaba un tanto sorprendido y los pequeños faroles le gustaban. Al llegar al final del camino, Yoongi lo detuvo y se paró detrás suyo, de su bolsillo sacó un dije de un infinito que tenía unas pequeñas piedras de diamantes rosa.

Se lo enganchó y Jimin lo tomó entre sus dedos, y sonrió, miró a Yoongi y expandió aún más su sonrisa. Le había gustado bastante y más allá del dije, que valla a saber cuánto costó, el detalle fue lindo.

Suga: no será igual al de antes, pero lo que importa es su significado.

Jimin: ¿y que significa?

Suga: lo infinito que es nuestro amor.

Nuevamente, el menor volvió a sonreír y le dio un pequeño beso. Siguieron caminando y Yoongi abrió en pequeño portón de madera, que los llevaría a una cena al aire libre.

Había una mesa pequeña y dos sillas, en cada esquina no muy lejos de la mesa habían unas velas pequeñas de color rojo, al igual que pétalos de rosas rojas que hacían un camino desde la mesa hasta otro lugar.

Jimin sonrió y Yoongi le agarró la mano, lo llevó y le ayudó a sentarse como todo un caballero que era. Llegó un chico vestido de mozo y les sirvió la cena seguido de unas copas de vino, los dos se sonrieron y comenzaron a comer.

Jimin: ¿esta era la sorpresa?

Suga: ¿no te gustó? Porque aún falta una cosa más.

Jimin: no es eso – volvió a sonreír – es que nunca me habían hecho este tipo de cosas.

Suga: creo que soy el primero en muchas cosas.

Recordó cuando Jimin le dijo que había sido su primera vez y su sonrisa se volvió más notable que de costumbre.

Jimin: amo tu sonrisa.

Suga: y yo te amo a ti.

Siguieron comiendo mientras charlaban durante un rato. Yoongi se levantó y se acercó a Jimin, le extendió la mano y este la agarró con una sonrisa.