❄ Ice Heart,Cold Soul ❄ || Kookmin 💙💛

❄09❄

¿Aceptas.....?

Le dió mil vueltas una y otra vez,revolvió lo más recóndito de su propia conciencia pero no pudo dar con la respuesta que necesitaba.

¿Cómo rayos se encontraba por segunda vez en la cama de un desconocido?

Cómo no rechazó al loco chico de mente retorcida cuando se acercó hace tan sólo unas noches...
¿Por qué accedió a salir con él?

Qué clase de juego mental estaba ejerciendo aquel personaje de hebras rubias sobre su cuerpo, su alma, su mente; por qué carajos simplemente no lo ignoró . No sabía la respuesta de ninguna de las preguntas hechas por si mismo.

De lo único que estaba seguro era de que estaba reconociendo que le gustaba el pequeño mandón más de lo que planeó.

Horas antes...

-Te ves jodidamente sexy así.. jadeante, sudado, tu respiración acelerada y tu abdomen bañado con finas tiras de tu propio semen.. - se acercó lento,pasó su lengua afilada por la piel firme,saboreó y tragó gustoso la esencia para luego besarlo sin importarle que el menor aún se recuperaba de una liberación brutal y luchaba por recuperar un poco de oxígeno.

- Conoce tu propio sabor bebé, es delicioso.. - sonrió, Jeongguk aún se hallaba bajando lento del éxtasis, rehubicándose nuevamente en la realidad.

- ¿Puedo tomar un baño? - logró pronunciar segundos después, estaba sudado y pegajoso,nunca le gustó la sensación aunque admitió para si mismo que si la forma en la que acabaría en ese estado era la misma de hacia minutos,aceptaría gustoso.

Jimin sonrió antes de levantarse de la cama y buscar una toalla limpia para el pelinegro, comenzaba a tener una fascinación por este muchacho,logró captar su atención demasiado rápido y en cierto modo eso no era bueno,no podía sentir debilidad por ninguno de sus amantes,era de las reglas más importantes.
Debilidad era sinónimo de cariño para Jimin, él no sentía tal cosa por nadie.

- Anda - le extendió la tela blanca entre sus manos - Cuando salgas vamos a curar eso - señaló la piel magullada de sus muñecas y fue ahí cuando Jeongguk se percató de los arañazos de color rojizo.
Miró con el ceño fruncido hacia arriba donde el mayor le miraba con los brazos cruzados sobre su pecho descubierto,sin embargo se limitó a levantarse del suave colchón, envolver la toalla alrededor de su cintura estrecha y caminar cabizbajo hacia el cuarto de baño.

¿Qué reclamaría?... Si se encontraba lastimado fue su culpa, el mayor le había advertido que no tirara fuerte o eso ocurriría.
Él se vió muy sumergido en su propio placer pues ni siquiera se percató del ardor hasta después que Jimin le había hecho darse cuenta.

Se colocó bajo el agua tibia de la regadera, el agua picó en las pequeñas heridas más él no se inmutó.
Apoyó sus manos en las costosas cerámicas y trazó un círculo invisible con su propia cabeza bajo el agua para aflojar sus músculos rígidos.
Sé quedó en la misma posición por varios minutos, juzgándose a si mismo por comenzar a adentrarse en un camino tan desconocido.

Restregó su cuerpo rápido, gustándole demasiado el aroma del shampoo del dueño de aquel lugar.. Dejó el agua vagar por su piel unos segundos más hasta sentirse limpio y entonces decidió salir.