La mascota

La mascota Parte 4

María lleva a Pepe por la casa con la correa, y Pepe se encuentra fatal. Lleva vomitando todo el día, por las conmociones cerebrales a causa de los golpes.

María, igualmente, sigue golpeándolo diariamente, como buena feminista.

Al día siguiente, aplasta con los pies la comida de Pepe, y se la da luego para comer. A Pepe no le gusta la comida, pero aún así se la come. Es lo que hay.

Pepe intenta escapar de casa, pero María tiene cerrado con llave. Así que Pepe no tiene más que resignarse en su vida de mierda, ya que por más que llame al teléfono de maltrato animal, no le hacen caso. Además, no lo entienden con los ladridos.

Un día, María lo pilla intentando tirarse por la ventana para acabar con su vida de mierda, pero lo detiene, soldando todas las ventanas al canto de la pared.

Los días siguientes, hace mucha calor. Los dos empiezan a encontrarse mal, ya que hay poco oxígeno en la casa, y tienen bastantes náuseas.

Para no morir, María hace un agujero en la ventana para que entre un poco el aire.

También, un día descubre a Pepe intentando escapar por la puerta, probando de abrir la cerradura con un cuchillo, pero María lo encuentra, le quita el cuchillo y empieza a perseguirlo por toda la casa, él gateando, y ella con el cuchillo corriendo tras él, hasta alcanzarlo, y reventarlo a puñaladas.

María termina cuidándolo en la propia casa durante los días siguientes, tratándolo como puede y pudriéndolo a sedantes.

Al final, Pepe acaba con un color de piel algo sospechoso, y María termina llamando a la puerta de un vecino que sabe que es médico.

Le pide que entre, y entonces, con un cuchillo, lo amenaza y lo ata a una silla.

- ¡Cúralo o te rebano el cuello aquí mismo, hijo de puta! - le grita María con una expresión de asco y miedo. Pepe también se muere de miedo.
- ¿Cómo quieres que lo cure si estoy atado a la silla?
- Bueno, vale, pero como te muevas... ¡Te mato! ¡¡¡Te mato, hijo de puta!!!

María lo desata y le deja curar a su marido. Con los días, empieza a mejorar, después de la operación, María por fin puede volver a ser feliz, como buena feminista.

Sabemos que es feminista por las veces que ha ido a manifestaciones, de hecho solía juntarse muchas veces con grupos feministas que iban a la gran vía a prender fuego a hombres aleatoriamente, que veían gritar a sus mujeres o tratarlas mal por la calle.

A varias de ellas las metieron presas, pero ella se salvó.

De echo, ella antes ni siquiera era feminista. Solía decir que creía en la igualdad, y que el feminismo realmente no era igualitario, ya que se concentraba más en las mujeres que en los hombres.

Antes, mucho antes, tenía otro marido. Se llamaba Eduardo. Eduardo solía darle con una sartén en la cabeza cuando ella se portaba mal.

María va a por Pepe y le acaricia la frente, sabiendo que por fin está bien. Poco a poco, puede acabar recuperándose.

María se queda observando al médico, atado a la silla, y sin saber qué hacer, lo apuñala hasta matarlo y lo descuartiza en la bañera.

Poco a poco, los días siguientes, lleva en bolsas los trozos del médico a contenedores repartidos por toda la ciudad.

Cuando ocurrió todo eso, Pepe ya se encontraba perfectamente, y pudo María seguir paseándolo por la casa con la correa. Aunque Pepe ya no se movía con tanta agilidad, con las secuelas de las puñaladas. De hecho, a veces tenían que ir al baño a que él vomitara.