|Prólogo|

53 8 6
                                    

°°°°°°

Era el peor día de mi vida, sí definitivamente lo era, y créanme, no estaba exagerando en lo mas mínimo, ¡Mi novio acaba de terminar conmigo en plena celebración de mis 15 años! mi peor pesadilla hecha realidad... La máscara de mis pestañas ya había creado lagrimas negras que recorrían mis mejillas rojas por el rubor que mi tía había aplicado esta tarde mientras realizaba mi maquillaje.

—¿Pero porqué me haces esto Adam? —logré peguntar entre sollozos mientras los mocos peleaban por salir escurriendo de mi nariz.

—Por favor, no te pongas así Abril, ya te había dicho que si no te crecían —Bajó su mirada hasta donde se supone deberían estar mis senos, y volvió a mirarme a la cara para continuar diciendo. —Simplemente íbamos a terminar, ya tienes quince años y sigues igual de plana, pareces niño Abril.

—Pero... ya sabes que leí en una revista que aún pueden crecer un poco mas hasta los veinte años... por favor Adam, no me dejes por favor.

—Mi decisión ya está tomada Abril, no puedo andar por ahí con un nene como novia... ni loco.

Y sin más, el amor de mi vida, el chico mas hermoso de todo el vecindario, me dejó allí, en el jardín de mi casa, sola y berreando como un animalito herido.

—Hey, Aby, ¿no vamos a abrir tus regalos de cumpleaños? —Escuché la voz de mi mejor amigo acerarse a mi entusiasmado. —Ya se fueron todos los invitados, quiero ver que cosas puedo robarme de entre tus regalos.

Me puse de pie y lo miré, de inmediato se percató de el desastre que era en ese momento y corrió a abrazarme.

—Por Dios Aby, ¿que te pasó? —dijo mientras me abrazaba.

—Adam... me... dejó.. por ¡Plana! —grité entre sollozos.

—¿En serio? ¿Estás llorando por ese patán? Nunca me agradó ese estúpido, dime para donde se fue y te juro que lo atraparé y lo aniquilaré.

Un silencio se hizo por unos segundos, para dar paso a carcajadas efusivas por partes de los dos. Ambos sabíamos que Luka no podría ganarle a Adam ni en un millón de años.

—Bueno, bueno —dijo Luka luego de recuperar el aliento— Sé que no podría ganarle a ese grandulón... incluso tú estás más alta que yo pero por favor, no llores por él y mejor vamos a ver qué te han regalado.

Eso hicimos, ambos subimos hasta mi habitación y comenzamos a destripar las envolturs de regalo terminando en medio de un gran desorden una hora después.

—¿Sabes? —dije mientras ambos estábamos sentados en el piso en medio de todo el desorden—Creo que nunca voy a casarme... lo leí en una revista, si no has conocido a tu media naranja para los quince años, serás soltera para toda la vida, mi media naranja acaba de dejarme por tener limones en lugar de tetas de toronja... no creo que vaya a casarme nunca.

—No digas estupideces Abril —me regañó mi amigo— Claro que vas a casarte algún día... es mas.

—¿Qué? —pregunté mientras él  parecía buscar algo.

Tomó su libreta desde el interior de la mochila negra que siempre lo acompañaba y arrancó una hoja de ella.

—¿Que estás haciendo? —volví a peguntar esta vez con un tono un poco más demandante— ¿No me digas que acabas de tener otra idea para un cómic?

—No, simplemente voy a darte tu reglo de cumpleaños. —Se limitó a decir y comenzó a escribir— Listo, aquí está.

"Yo, Abril Diamante, acepto casarme con Luka Santil a la edad de 25 años siempre y cuando ninguno de los dos estemos casados, o en ninguna relación seria para ese momento,

Firman: ______________ (Abril) ______________ (Luka)"

—¿En serio? ¿Este es el regalo? Hubiera preferido el cómic. —me quejé.

—Por Dios Aby, solo trato de ayudarte, no quiero que ses una solterona con quince gatos a la que nadie quiera.

—Buen punto —dije y tomé el lapicero y firmé, él hizo lo mismo y me dio el tan importante documento.

—Bien... supongo que... —comenzó a decir Luka- Trato hecho, ¿no?

Trato hecho. —afirmé.


¡Trato hecho!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora