Me quede viendo el sobre por unos segundos y sin saber que hacer le dije a los chicos lo que pensaba.
-¿Y si es una trampa?.- dije aún con la mirada en el sobre
-¿Y si dejas de hacer preguntas estúpidas? Mejor volvamos al auto y esperemos la ayuda ahí, este lugar ya no me gusta.- Dijo Esteban caminando hacia la entrada para volver al auto y cuando quiso tocar la puerta, ésta se cerro con candado automáticamente, impidiendo la salida de todos nosotros.
*Estamos muertos*. Fue lo que mi mente pensó al ver lo que acababa de suceder y así mismo abrí el sobre de rapidez para saber que era lo que decía, mientras tanto Sara no paraba de hablar, había entrado en pánico y parecía que se iba a desmayar, del susto Esteban regreso a donde estábamos Sara y yo e intentaba calmarse él y calmar a Sara, pero en realidad era casi imposible. A pensar de todo yo no tenia miedo, todas las cosas se me hacían muy familiar, incluso la cabaña me parecía haberla visto antes y la verdad es que nunca había estado por estos lugares y menos a estas horas.
Al abrir el sobre me di cuenta que traía una nota adentro con 3 perlitas de color azul cielo. La nota decía sí:
"Guarden silencio y estarán bien. Son 3 para 3".
Ya iban a ser casi las 2:30am y ahí estábamos, atrapados en una cabaña sin saber que hacer, sin poder hablar, sin saber que iba a ser de nuestras vidas.
Nos habíamos distribuido las perlitas así como lo dijo la nota y esperábamos que algo sucediera, cuando de repente estas mismas comenzaron a brillar y a su vez todas las flores que ahí se encontraban, luego poco a poco se fueron desvaneciendo y comenzaron a flotar como millones de luciérnagas con miles de colores por todos lados.
La perlita que cada uno de nosotros teníamos comenzó a cambiar de color, la de Esteban y Sara se tornaron de color rojo y la mía de color azul, se me hizo raro que solo yo la tuviera de ese color y cuando quise ver que sucedía, me lleve una gran sorpresa. Me quedé perpleja al verlos convertidos en piedra.
Saque mi teléfono para llamar a emergencias pero no tenía señal, no se me hacia raro, pero al llegar a ese punto ya había entrado en pánico y no sabia que hacer, ni ha donde ir, me estaba volviendo loca. De repente todas las mini luciérnagas de flores comenzaron a impregnarse en mi ropa y piel descubierta, sin saber que hacer comencé a tratar se quitármelas de encima, pero fue imposible. Me sentí como luces de navidad, brillando con diferentes colores. En ese instante se abrió la puerta de donde había salido el sobre y de ella salio un enano con un pergamino en sus manos, me miró y me sonrió con mucho cariño.
Era de contextura gruesa, calvo de por si, pero tenía unos hermosos ojos azules.
-Te estabas tardando lina, por fin llegas.- Me dijo aun con la sonrisa en su rostro. Al ver que yo no respondía a sus afectos y mucho menos pronunciaba ni una sola palabra se dispuso a leer el pergamino que decía así:
"Bienvenida Guerrera.
Por años te hemos estado esperando, eres una pieza fundamental en nuestro núcleo familiar y ahora que por fin estas de nuevo con nosotros, volveremos a ser una familia feliz como antes. Utiliza la perlita que en un principio se te dio, para que puedas transportarte a nuestro mundo con mucha mas facilidad. No temas, tampoco hagas preguntas por ahora, todo se te hará saber a su debido tiempo, por ahora llevate a tus amigos y cuando estés sola toma la perlita y pronuncia tu nombre.
Te amamos Lina."
El enano cerró el pergamino y posó su mirada nuevamente en mi, como esperando una respuesta a lo que acababa de leer, yo no sabia que hacer ni que decir y lo único que tenía eran preguntas pero no podía articularlas, en realidad no podía pronunciar ni una sola palabra, estaba aterrada.
-Tranquila pequeña lina, estarás bien, no hay de que temer.- Seguía sonriéndome no se por que y al no obtener respuestas de mi parte, el enano concluyó diciendo.
-Lina, lo que acaba de suceder no puedes contárselo a nadie, eres importante para todos nosotros, pero si revelas nuestro secreto, también revelaras tu muerte.
Esas últimas palabras me dejaron casi sin aliento ¿me estaba amenazando? ¿No que me amaban? Todo eso pensaba cuando de repente las luciérnagas de flores que estaban impregnadas en mi, tomaron la perlita blanca y se situaron en mi cuello, haciendo un hermoso collar con pequeñas flores artesanales y situando como digen aquella hermosa piedra.
-Ya sabes, solo tienes que pronunciar tu nombre y estarás con nosotros, es una forma mucho más fácil de entrar a nuestro mundo a que tengas que venir hasta aquí ¿no crees?.- me dijo el enano, con la esperanza de que yo respondiera.
-S-si... supongo.- Ya no tenia miedo, pero aun estaba muy sorprendida por todo lo que había sucedido.
No podía hacer preguntas, así que lo único que dije fue.- Mis amigos. Necesito llevármelos.- Los miré y me sentí culpable, por mi culpa estaban hechos de piedra, fue mi idea el venir hasta aquí y ahora todo esto que esta pasando es mi culpa.
-No te sientas culpable, tarde o temprano tu tenías que saber todo esto, ellos solo fueron una guía para que llegarás hasta aquí ¿No creerás que en serio el auto se detuvo a si por que si? Este momento ya estaba predicho y así pasó.- Si antes había tenido miedo, ahora estaba volviéndome loca ¿Acaso el leyó mi mente? ¿Es en serio?.
Por un momento me sentí mareada y cuando quise ver que sucedía ya estaba en el suelo, mis ojos poco a poco se fueron cerrando y a lo lejos pude escuchar una voz que se me hacia muy familiar, me dijo "Te amo, pequeña".

ESTÁS LEYENDO
PERDIDA
RandomPodemos seguir en una realidad de mentira o podemos construir nuestra propia historia, todo depende de nosotros.