La vida no es tan fácil para algunos...
Soy un joven de 22 años, soy un enfermero, de esos que casi no hay por la idea de que enfermería es para mujeres, aunque siendo honesto no se porque elegí está carrera.
Me encontraba laborando en el hospital en turno nocturno revisando los expedientes de los pacientes, con tal de no ver a mis compañeras... ya que al seguir siendo virgen y con poca experiencia en el noviazgo pasaba por erecciones constantes al ver a mis compañeras en uniforme blanco con sus bragas transparentarse, y prefería estar en otro lado, y siempre llevaba una libreta de bolsillo en la que anotaba cada pensamiento lujurioso que me pasaba por la cabeza con mis compañeras, deseaba cogerlas, que ellas me seduzcan y tomar la iniciativa o que ellas me tomen por sorpresa y me obliguen a follarlas, soy más partidario de la Dominación Femenina o FemDom.En fin, en una guardia deje mi libreta de bolsillo en uno de los escritorios de las enfermeras con las que estaba y al acordarme fui corriendo a buscarla, pero era tarde para mí, a lo lejos una enfermera ya lo estaba leyendo, la vi de espalda así que me regrese y espere un rato, después salí fingiendo estar buscando algo perdido y Vi mi libreta en el escritorio y al tomarla sale la enfermera con la que estaba asustandome.
-¿Esa libreta es tuya?
-S...si... La uso para... Hacer algunas notas... Que me parezcan importantes...-Dije nervioso
-Esta bien, pero ten cuidado dónde la dejas.-dijo tranquila.
La guarde en mi pantalón y seguí trabajando. Unas dos horas después avisé que iba al baño, para que no pregunten por mi, y me retire, ya en el baño comencé a masturbarme pensando en las enfermeras, en especial la que estaba de compañera conmigo, la que leyó mi libreta, en eso oigo la puerta y me detengo, pero me quedé pensando ya que era el único enfermero hombre del piso.
-Se que estas aquí, sal de una vez.
Es voz... Era de la enfermera con la que estaba... Pero no dije nada.
-O sales, o revelo todo lo que tienes escrito en esa libreta, tengo fotos de esos escritos así que tú sabes...
Sin más opciones salí del cubículo esperando no cumpla con la amenaza.
-Vaya vaya... Así que el muchachito tiene ganas de cogernos a todas... Ja! Ni qué tuvieras tanta suerte.
Me quedé sin decir nada pero me sentía humillado por esas palabras, en eso la enfermera se me acercó y notó que tenía ya una erección.
-Asi que veniste a descargar energías, ¿y porque no invitas?
La enfermera me besó de la nada, me arrinconó en un cubículo y me bajo el pantalón y el boxer a la rodilla y comenzó a masturbarme mientras yo la abrazaba y bajaba mis manos así trasero y metía mis manos dentro de su pantalón.
-Eh espera chico, más despacio que aquí mando yo.
Me estaba dejando llevar por la calentura del momento cuando escuché un ruido fuera del baño
-No! Espera... nos van a ver... y está mal...
Ella me dió un rodillazo en los testículos.
-Cállate, te haré lo que quiera cuando quiera!-Exclamó masturbándome con rudeza.
Casi caigo al piso del dolor pero no dejaba de besarme mientras ella metía mi mano a su vagina, tenía vello genital y estaba muy húmeda.
-Esto lo vas a resolver bien, o te delato, tu escoges.
De repente la solté y me acomode para comenzar a coger con ella, trate de no hacer el mayor ruido y a ella parecía gustarle, pero me exigía que fuera más rápido.
Yo sentía que nos iban a atrapar, pero no, tuvimos sexo y todo pareció salir bien, o eso creía yo...
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El esclavo de mi compañera de trabajo.
Non-Fiction-No! Espera... nos van a ver... y está mal... Ella me dió un rodillazo en los testículos. -Cállate, te haré lo que quiera cuando quiera! Exclamó masturbándome con rudeza.